Impunidad en las irregularidades en los Vales de fin de año en el ISSSTE

 

Verónica V. González y Arnoldo Piñón

El 14 de febrero, el presidente Enrique Peña Nieto tomó protesta a Florentino Castro López como director general del ISSSTE, en sustitución de José Reyes Baeza Terrazas que renunció para ser candidato del PRI al Senado de la República, por Chihuahua.

 Una las primeras decisiones de Castro López, fue designar como encargada del despacho de la Dirección de Administración a Cecilia Tapia, así como a Víctor Cuadros García en la Subdirección de Recursos Materiales y Servicios, y a Fernando Vázquez en la Subdirección de Personal.

Un día antes de la toma de posesión del nuevo director general, el 13 de febrero, Magdalena Márquez Lizalde -en su calidad, hasta entonces, de encargada de la Dirección de Administración- y Francisco Javier Ortiz Villanueva, subdirector de Recursos Materiales y Servicios, junto con el director jurídico, Héctor Navarro Vargas y el subdirector de Personal, Malek Contreras Rivero, firmaron con Empresa Operadora de Vales, Despensas y Servicios, S.A.P.I. de C.V., un acuerdo para restituir a los trabajadores 73 millones 658 mil 686.22 pesos en vales de papel.

En diciembre, la entrega de vales de fin de año -cada trabajador del Estado recibió 11 mil 700 pesos-, derivó, en el ISSSTE, en una crisis severa, debido a fallas en la tarjeta Hypervale a través de la cual se las pagaron, lo cual impidió que varios de ellos ni siquiera pudieran ejercer un solo peso.

A finales de diciembre, la directora de administración, Minerva Castillo Rodríguez -quien después renunció para ser postulada candidata del PRI a diputada federal por el VIII distrito de la Ciudad de Chihuahua- y el subdirector Ortiz Villanueva, supervisaron que trabajadores del instituto personalizaran tarjetas en una dirección al parecer de la empresa Corporativo Crecimiento Orbi, S.A. de C.V., dueña de Hypervale -documentación señala que su sede se encuentra también en la capital de Chihuahua-.

El ISSSTE, de acuerdo con el acta de notificación del fallo de la Invitación a cuando menos tres personas nacional electrónica No. IA-019GYN006-E23-2017, de fecha 14 de diciembre pasado, otorgó a Operadora y Administradora de Vales, Despensas y Servicios, S.A.P.I. de C.V., el contrato por mil 80 millones 763 mil 153.47 pesos para “adquisición y suministro de vales de despensa mediante monederos electrónicos para la medida de fin de año el ejercicio fiscal 2017”.

Las fallas en la tarjeta Hypervale, pusieron al descubierto que la empresa ganadora de la invitación restringida para la adquisición de vales de fin de año para los trabajadores del ISSSTE, subcontrató a otra firma para cumplir con sus obligaciones, aun cuando en la documentación técnica que se requirió a los participantes, en el acta de fallo se estableció: “Documento 8 (obligatorio).- Escrito libre en papel membretado con la descripción amplia y detallada de monederos electrónicos solicitados de conformidad  con el inciso A de la sección II de la presente convocatoria. Debiendo señalar las características que cubran la totalidad de las especificaciones citadas, deberá estar citado el nombre y firma del representante legal de la empresa participante (anexo6)”.

En el acuerdo para restituir a los trabajadores las cantidades que no pudieron ejercer de los vales de fin de año, no se menciona la posibilidad de subcontratar -tampoco se prohíbe- a un tercero.

El caso es que a los trabajadores que reportaron fallas en la tarjeta Hypervale, se les entregaron vales en papel de la firma Edenred Mexico, S.A. de C.V, los cuales tendrán que ejercer a más tardar el 30 de julio del presente año -es decir les recortaron seis meses de vigencia-.

Ahora bien, el ex subdirector de Recursos Materiales y Servicios de la Dirección de Administración, Francisco Javier Ortiz Villanueva, designó en los primeros meses de 2016 a Virginia Gutiérrez Santillán, jefa del Departamento de Adquisiciones, y al parecer a petición de ella creó el Departamento de Contratos -sin que forme parte de la estructura de esa área-, en la que nombró a Ana Lourdes Centeno Basurto, quien se habría encargado de la elaboración del contrato firmado con la empresa a la que se otorgó la concesión de los vales.

Ambas, Gutiérrez Santillán y Centeno Basurto, son trabajadoras de base adscritas a FOVISSSTE. A la segunda de ellas, con número de empleada 5301, con categoría de analista, se le solicitó la renuncia con fecha 28 de febrero.

Hasta ahora y pese a las evidentes irregularidades, la gestión del nuevo director del ISSSTE no ha dado a conocer que realice investigaciones para deslindar responsabilidades. Tampoco se sabe que se haya ejercido la fianza, pese a las fallas graves en el ejercicio de los vales y que el Órgano Interno de Control (OIC) del ISSSTE, haya iniciado alguna revisión.

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