Los mexicanos, por encima de los malosos

Análisis a Fondo

Francisco Gómez Maza

  • México, más que violencia y muerte
  • La propuesta de Patricia Guevara

Interesante, la propuesta de la colega Patricia Guevara para los internautas que navegan por las ondas del Facebook. No es de ninguna manera gobiernista, sino un reclamo a la moralina sociedad internacional de un mundo guiado por prejuicios y que sólo ve la paja en el ojo ajeno. No descarga al gobierno de Peña de la responsabilidad en el sangriento desbarajuste que trastocó la vida mexicana por una política que llevó a las fuerzas de seguridad del Estado a una táctica anti delincuencia, equivocada, cuyos resultados son desalentadores porque la hoguera, en vez de apagarse, se aviva con mayor fuerza. Como a la hidra que cuando le cortan un tentáculo le nacen por lo menos cinco.

Habría que repensar, y es tan importante como la de seguridad, la política económica, que hasta ahora sólo ha generado muchas contrariedades a las mayorías, a la clase trabajadora, que no ve ninguna luz al final del túnel de su propio camino hacia el Calvario. Nada despreciable es lo que los neoliberales llaman “populismo”, cuando éste pone mayor énfasis en el equilibrio entre el capital y la fuerza de trabajo.

Habría que repensar, al igual, la política de seguridad, pero no únicamente por el lado del gobierno, sino con la participación de todos los actores políticos, económicos, sociales y culturales. Uno de los equívocos tanto de Felipe Calderón como de Peña fue despreciar el punto de vista de la ciudadanía, mal tratada como menor de edad. Vista desde la visión del dueño, del patrón, de la autoridad, cuando los funcionarios públicos, todos, sólo son empleados del pueblo, cuyos representantes no son los diputados sino las organizaciones populares. Los diputados, una vez electos no representan al pueblo por lo que no le rinden cuentas, sino que se representan a sí mismos, a su grupo partidista y a los intereses económicos y políticos de sus padrinos. Duro, ¿verdad? Pero esa es la realidad.

Pero sí, un periodista, en este caso una mujer, sí tiene representación verdadera del pueblo, sobre todo cuando vela por los intereses del pueblo. Un periodista propagandista, que pululan en los medios de información, y en los llamados medios masivos, obviamente que no tiene más representación que de quien recibe sus sucios emolumentos.

Esto, pues, advierte la colega Guevara:

– Hola, de dónde eres.

– Soy de México.

– Ah… el Chapo Guzmán, narcos, marihuana, crímenes, extorsiones.

– Disculpe. Es usted adicto, ¿verdad?

– ¡Yo, no! ¿Por qué?

– Porque, si usted fuera culto, me habría preguntado del mejor café del mundo, de las mejores flores y colores; de las grandes culturas como los Mayas, Aztecas, Olmecas, Chichimecas… de nuestra biodiversidad, pues tenemos selvas, playas, desiertos, bosques… Me habría identificado con nuestros grandes pintores: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, Frida Khalo, José Clemente Orozco, entre otros muchos… de nuestros compositores: Agustín Lara, Consuelo Velázquez, Armando Manzanero, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Joan Sebastián y Marco Antonio Solís…  De nuestros escritores: Sor Juana Inés de la Cruz, Juan Rulfo, Octavio Paz, Juan José Arreola, Elena Poniatowska etc… De nuestros inventores y científicos: Manuel Mondragón, Guillermo González Camarera, Luis Ernesto Miramontes… De nuestros cineastas: Ismael Rodríguez, Emilio Fernández, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu, Emmanuel Lubezki e incluso Luis Buñuel que, siendo español, adopto la nacionalidad mexicana…

Si usted fuera deportista me habría identificado con Ana Guevara, El chicharito Hernández, el Canelo Álvarez, Rafael Márquez entre muchos.  Y. si usted tuviera un buen paladar, me habría preguntado por los Tamales, la Cochinita Pibil, el Mole, el Adobo, la Tortilla, los Chiles en nogada, el Guacamole, el Pan de Muerto por nuestra bebidas: el Tequila, el Mezcal, la Cerveza, y muchas aguas frescas de frutas para los abstemios.

Sin embargo. Veo que sólo conoce al proveedor de su adicción… Sólo quiero probarle que somos muchos mexicanos honestos que, incluso, si no nos conoce, le encantará conocernos y visitarnos.

¡Vive México!

En verdad somos muchos más que los Chapos, que los policías, que los presidentes municipales, gobernadores y presidentes de la república corruptos, cómplices de hecho o por omisión de la delincuencia organizada.

analisisafondo@gmail.com

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