Sonda ‘Osiris-Rex’ de la NASA aterriza sobre el asteroide Bennu
La misión de la sonda 'Osiris-Rex' es llegar al asteroide Bennu y realizar una serie de estudios del suelo.
La sonda estadounidense Osiris-Rex entró brevemente en contacto este martes con el asteroide Bennu, tal y como estaba previsto, confirmó la NASA, aunque el éxito de la operación de toma de muestras no se conocerá hasta dentro de algunos días.
Preliminary data show that today's sample collection event went as planned 👍 More details to come once all the data from the event are downlinked to Earth. Thanks, everybody, for following along as we journey #ToBennuAndBack!
Next stop: Earth 2023! 🌍 pic.twitter.com/fP7xdOEeOs
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) October 20, 2020
Aterrizaje confirmado”… “Muestreo terminado”, anunció la agencia espacial durante la retransmisión en directo de las operaciones, arrancando una ovación entre el equipo al final de esta operación de algunos segundos, que llega más de cuatro años después del lanzamiento de la sonda.
La misión Osiris-Rex busca extraer por lo menos 60 gramos (2 onzas) de materia del asteroide Bennu, la muestra más grande sacada de un cuerpo celestial desde las misiones a la Luna.
La sonda, del tamaño de una camioneta, tratará de posarse sobre una superficie plana, de dimensiones análogas a una cancha de tenis y apodada Nightingale (“Ruiseñor”). Sobre esa superficie, sin embargo, penden peñones del tamaño de un edificio.
El desafío de guiar a la sonda e insertarla justo dentro de esa planicie es comparable al intento de estacionar un vehículo en un espacio apretado en la calle, explicó Mike Moreau, subdirector de operaciones de la NASA.
La sonda pasará un tiempo girando alrededor del asteroide, a una órbita de 750 metros (media milla) de altura. Entonces empezará un lento y delicado descenso que durará unas cuatro horas hasta llegar justo encima de la superficie.
A partir de entonces la sonda desplegará su brazo mecánico de 3,4 metros (11 pies) hasta tocar la superficie. En espacio de apenas entre 5 y 10 segundos, el brazo despedirá un chorro de gas nitrógeno presurizado que le permitiría aspirar un puñado de materia asteroidal.
El proceso será totalmente autónomo ya que hay un retraso de 18 minutos en la comunicación con la Tierra.
Las muestras no llegarán a Tierra sino hasta el 2023.
Congratulations to the entire @OSIRISREx team and all of @NASA’s partners on this mission! We are on the way to returning the largest sample brought home from space since Apollo. If all goes well, this sample will be studied by scientists for generations to come! https://t.co/rdNtObIxht
— Jim Bridenstine (@JimBridenstine) October 20, 2020