Cumbre sobre el Clima inicia en Polonia a marchas forzadas
Este domingo se adelantaron las reuniones previas de la Cumbre del Clima Katowice (Polonia) que arranca oficialmente este lunes con 30 mil representantes de 197 países que trataran de concertar una agenda de trabajo alineada con los objetivos del Acuerdo de París
El Acuerdo busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y establecer medidas para evitar un incremento de la temperatura global superior a los dos grados centígrados.
El Acuerdo de París entrará en vigor en 2020, como una forma de actualizar los retos del Protocolo de Kyoto, que finaliza su vigencia ese año. Pero cada vez se encuentran más obstáculos en distintas partes del mundo para su implementación.
Por otra parte, el Banco Mundial (BM) ha anunciado una inversión adicional en la lucha contra el cambio climático por un monto de 200 mil millones de dólares para los años 2021-2025.
Aproximadamente la mitad de esta suma se desembolsará en financiación directa, detalla un comunicado de la entidad emitido el pasado domingo.
Del resto, cerca de la tercera parte llegará de dos agencias afiliadas con el BM y para lo que queda movilizará capital privado.
El cambio representa una “ambición significativamente aumentada” de afrontar el cambio climático, “enviando una importante señal a la comunidad mundial para que haga lo mismo”.
El anuncio ha coincidido con la apertura de la cumbre climática de la ONU, que reúne a 200 naciones en Polonia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos declaró que los países desarrollados están dispuestos a extender el gasto anual combinado, público y privado, destinado a los países en desarrollo a 100 mil millones de dólares para el 2020.
Esta nueva Cumbre del Clima de la ONU se considera crucial. Los últimos informes científicos son alarmantes y subrayan que la acción de los gobiernos está siendo claramente insuficiente.
El principal objetivo en Katowice es encontrar fórmulas para implementar el Acuerdo de París de 2015 y tratar de limitar a 1.5 o 2 grados, como máximo, el aumento de la temperatura media del planeta.
“El secretario general de la ONU cuenta con todos nosotros para que decidamos, porque no existe un plan B”, advirtió el domingo a los presentes el presidente de la COP24, Michal Kurtyka.
Este encuentro vuelve a ser un choque entre dos mundos, por un lado, el más pobre y vulnerable ante las catástrofes climáticas, que pide ayuda urgente, y, por otro, el norte rico y contaminante, que no acaba de cumplir sus promesas.
Polonia, escenario de la cumbre, encarna esa paradoja: un país de la Unión Europea cuya producción energética depende aún al 80 por ciento del carbón.
“Algunas sociedades dicen que hay que elegir entre clima o empleos. No es así -dice María Fernanda Espinosa, presidenta de la Asamblea General de la ONU-. Por ejemplo, hay datos sólidos que indican que las energías renovables van a crear millones de nuevos empleos”.