A 250 años del natalicio de Beethoven

A 250 años del natalicio de Beethoven

Este año 2020 se cumple el 250ª aniversario del niño prodigio, melancólico y romántico. Son dos ciudades europeas las que echan la casa por la ventana en conmemoración de este compositor. La ciudad de Bonn (Alemania) lugar dónde Beethoven nació y pasó su infancia y la ciudad de Viena (Austria) sitio donde vivió la adultez y sus últimos años de vida.

Por Jorge Arturo Gallegos

Violinista por el conservatorio de Arturo Soria. Especialista en música barroca e historia de la música. 

La historia de Ludwing Van Beethoven tuvo un entramado familiar que sin duda lo hizo tener una historia reveladora para entender su destino. Sus abuelos eran originarios de Flandes, emigraron a la ciudad alemana, ahí su abuelo emprendió un cargo muy importante como músico de la corte. Su padre más tarde también desempeñaría un cargo de músico, no con la misma suerte ni el mismo éxito que su abuelo. Los predecesores de Beethoven se dedicaron al canto, su abuelo fue un tenor reconocido y posteriormente director de una pequeña orquesta de cámara. Su padre también se dedicó a la ópera, sin embargo, no llegó a más porque tuvo severos problemas de alcoholismo. Ludwing fue el segundo de siete hijos de los cuales solo sobrevivieron tres. Nació bajo el yugo de los inicios del invierno un 16 de diciembre de 1770 en el número 20 de la calle de Bonngasse.

El padre de Beethoven, músico frustrado, quiso desde el comienzo de la carrera musical de su hijo que fuera como Mozart. Motivo por el cual, el niño Ludwing sufrió una infancia sumamente dura. Golpes, violencia, abusos, el padre del prodigio llegaba borracho a casa y lo despertaba a la hora que fuera para ponerlo a estudiar. Con el tiempo comprenderíamos porque Beethoven tuvo una conducta esquiva, introvertido, áspero, hostil. Personalidad que no lo alejo de ser un enamoradizo y tener una de las relaciones más amorosas con Barbe Koch.

La ciudad de Bonn instala por su conmemoración un circuito de 16 paradas en los lugares que frecuentó el músico y su familia. Comenzando en su hogar en la calle Bonngasse, la sala de música de cámara donde tuvo su primer puesto de trabajo como músico, la parroquia de San Remigio dónde tocaba el órgano, la catedral, la sala de conciertos que construyeron en 1959 dónde presentaron obras del músico Ludwing. Este circuito se puede llevar a cabo a pie terminando en la taberna que solía frecuentar su padre, donde Beethoven vivió uno de sus primeros amores juveniles.

La sonata para piano número ocho en do menor opus 13 fue una obra para piano que da las primeras pautas del paso de la música clásica a los atisbos de la música romántica. Su editor la denomino la Patética, no en el sentido patético que conocemos ahora, sino en el sentido romántico y melancólico de quién sufre de excesiva pasión. Es una obra dividida en tres partes, movimientos que van del Allegro al Lento Cantabile y culminan con la Appassionata, obra que con 27 años ya había compuesto y que demostraba su genio.

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