Doble moral y nula imparcialidad de Indignación A.C, ante ecocidas

Doble moral y nula imparcialidad de Indignación A.C, ante ecocidas

La ONG, guarda silencio cómplice contra algunos como los “devastadores parques eólicos y toda la energía renovable; en cambio desata guerra con amparos y protestas contra otros proyectos y empresas; la organización tiene su botín como ambientalistas.

Redacción/Especial

Indignación A.C, ha sido una ONG muy cuestionada; partiendo de los recursos que recibe del extranjero hasta sus incoherencias en “supuestos “apoyos con la pobreza y a los pueblos mayas. El presidente de la República fue “quien los desnudo”.

Exhibe su parcialidad; sus acciones tendenciosas y de favoritismo; cayendo en la incoherencia; como lo está haciendo; “ataca al proyecto Tren Maya; incita y asesora con amparos y no lo hizo así cuando vinieron a edificar los “parques eólicos”, de las energías limpias y renovables. Y no lo pueden negar; porque allí están construidos los parques “ecocidas”, y dice Indignación ser defensor del medio ambiente.

Indignación A.C se auto define: “Somos una organización no gubernamental; que desarrolla su labor de manera independiente y autónoma a cualquier poder: gobierno, partido político, etc. Y que se organizaron en equipo y comenzaron a trabajar en mayo de 1991. Claro que principalmente en Yucatán y parte del sureste del país.

Indignación A.C se auto define: “Somos una organización no gubernamental; que desarrolla su labor de manera independiente y autónoma a cualquier poder: gobierno, partido político, etc. Y que se organizaron en equipo y comenzaron a trabajar en mayo de 1991. Claro que principalmente en Yucatán y parte del sureste del país.

Cabe destacar que la ONG, ha tomado y centrado en tomar “banderas” de temas sociales; religiosos; económicos; de género; de diversidad sexual; promover amparos y sembrar odio contra el Tren Maya; hasta desafiar a AMLO; pero algo que resalta a la población; es que no ha sido así con los temas  energéticos; se ha hecho la “sorda y ciega “ a los campos de energías sustentables y limpias que han edificado en municipios mayas y que han devastado como han querido las selvas y cientos de hectáreas despojadas a ejidatarios.

Llama la atención que Indignación A.C, que se dice “ambientalista” no tome esa defensa en nombre de los pueblos mayas. En sus redes sociales, sobre todo se ve la evidencia; contra quienes dice defender y contra quien desata “guerras”. Pareciera ver que no convienen a sus intereses; o sirve a algunos intereses.

Es bueno resaltar la labor de las ONG’s que es muy diversa, realizan funciones humanitarias, defienden los derechos humanos, protegen el medio ambiente…. Pero encontramos siempre un nexo común en su actividad: un interés por garantizar el bienestar público y es lamentable que algunas manipulen sus funciones para proteger o servir a otros intereses de índole económico; ideológico; político o de ser una permanente oposición que descalifican y desacredita; que frena la evolución de los pueblos y su desarrollo y usa la pobreza en extremo y no hacen propuestas de bien; todo lo ven negativo; con un objetivo basado en servir y justificar recursos o por mantener sus nóminas y hasta empresas.

Es necesario precisar que ni los gobiernos; ni las empresas; ni las inversiones son cien por ciento malas o negativas; tienen sus partes que fortalecen y otras que si deben responder a ciertos derechos; pero no por eso ya las condenan para siempre.

A miles de ciudadanos indigna que Indignación busca el protagonismo haciendo ver que se  preocupan por los problemas sociales, económicas, ambientales, culturales y de diversa índole, especialmente en regiones con bajos niveles de desarrollo; donde se les hace más fácil convencer y manipular las conciencias; hasta lucran con la religión y con intereses económicos; que solo descalifique y lo peor que sólo “protesta contra algunos; no contra todos los que devastan o despojan a ejidatarios como las empresas extranjeras que construyeron sus parques de energía limpias.

Ante este panorama podemos decir que cientos de organizaciones no cumplen con sus objetivos y bases que la ONU logró para que las ONG’s jugaran un papel determinante en el mundo.

Invitado por Indignación A.C., para hablar a propósito del impacto y costo social que representa la creación de parques eólicos en tierras de varios municipios mayas, el especialista dejó en claro que la prioridad de las empresas es ganar dinero, y cada vez más, y para ello se valen de todos los medios de que disponen, sean legales o no, éticos o no.

El artículo 71 de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoce dicho papel y hace un llamamiento a su Consejo Económico y Social para mantener vínculos directos con ellas e incluirlas en las consultas para la ejecución y desarrollo de proyectos sociales.

Una ONG desarrolla una función social porque sus proyectos originan cambios positivos en familias, comunidades o sobre el planeta.

Si vemos la objetividad de los fines de las ONG’s; se ha desvirtuado tal como lo ha venido realizando Indignación A.C.; donde no es imparcial con sus luchas; deja ver su favoritismo contra grandes proyectos e inversiones; donde todo lo vuelve conflicto; lo politiza o personaliza por defender intereses de poderosos monopolios empresariales que se convierten en benefactores de la organización.

Es importante traer a colación que en el 2016 Indignación A.C; con respecto a los parques de energía renovable; solo trajo a Sergio Oceransky en el auditorio del Ciesas-Mérida; donde exhibió su pasividad frente a los desastres ecológicos que vendrían al construir los parques eólicos.

“Los proyectos sobre energía renovable, como los que se preparan en Yucatán en materia de energía eólica, serán amigables con la naturaleza y socialmente responsables sólo si son gestionados por la comunidad, afirmó Sergio Oceransky, consultor internacional”.

Invitado por Indignación A.C., para hablar a propósito del impacto y costo social que representa la creación de parques eólicos en tierras de varios municipios mayas, el especialista dejó en claro que la prioridad de las empresas es ganar dinero, y cada vez más, y para ello se valen de todos los medios de que disponen, sean legales o no, éticos o no.

Al comenzar su exposición en el auditorio del Ciesas-Mérida, Sergio Oceransky compartió un vídeo sobre la crisis comunitaria que se vive en el Istmo de Oaxaca que es botín de grandes empresas que son avaladas por el gobierno, y mencionó los medios de presión que se ejercen sobre la gente para lograr sus objetivos.

Oceransky subrayó que tenemos la idea de que un proyecto de energía renovable es de “por sí” bueno, sin embargo es falso porque será bueno o malo según quienes lo gestionen y qué objetivos persigan. “Para que un proyecto sea bueno es necesario que lo gestione la misma comunidad”, señaló.

Todo quedó en “palabras y voces”; supuestas de inconformidades; pero no se vio ninguna acción o protesta para frenar esos ecocidios.

Sin embargo rebeló en el 2020 que antes que las energías eólicas, indígenas se quejaron de ser pisoteados; organizaciones civiles y gobiernos, los ignoraron.

La Reforma Energética, aprobada en 2013, permitió la participación de privados en el sector eléctrico para producir energía fotovoltaica (solar) y eólica (viento). Si bien las energías renovables fueron un paso adelante, la forma en que las empresas se instalaron en las comunidades de Oaxaca y Yucatán violaron los derechos de los pueblos: pagaron rentas mínimas por la explotación de tierras, no se realizaron consultas previas y el Gobierno, con ayuda de la CRE, aprobó proyectos antes de consultar a los habitantes, documentaron pobladores quienes reviven sus quejas en medio de un momento convulso en el sector energético mexicano.

“Tenemos un proyecto que a ustedes como ejido les va a dejar mucho dinero; solo necesitamos que se convoque a una asamblea”, le dijeron en 2016 al comisario ejidal de la localidad de Sinanché, que se ubica al norte de la Península de Yucatán. Días después se realizó la reunión, llegaron los ejidatarios y representantes de una empresa que construiría un parque eólico.

Les prometieron un pago justo por la renta de sus tierras y una consulta previa, libre e informada. Pero los engañaron. Los contratos que se firmaron eran “completamente leoninos”, en ninguno se estipulaba alguna sanción si se incumplía con los pagos o si se destruían los ecosistemas, contó Ezer R. May May, defensor de los pueblos mayas.

Así fue como la mayoría de las empresas llegó a Yucatán y a Oaxaca a construir parques eólicos luego de que, en el año 2013, la recién aprobada Reforma Energética permitió la participación de privados en el sector eléctrico y la explotación de hidrocarburos. Ahora, cuando el sector energético mexicano atraviesa por un momento convulso debido a un acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y de una disposición de la Secretaría de Energía que limita la generación de energía renovable, estas compañías vuelven a colocarse en el centro de atención, pues si bien es cierto que México requiere el desarrollo de energías limpias, éste no debe violar los derechos humanos.

Ahora con la “nueva política eléctrica de AMLO”; dicen las ONG’s que se acelera el cambio climático y Alertan por uso de combustóleo. Pero con la instalación de los parques “ni vieron ni escucharon” es tanto así que los parques allí están; cero amparos; cero protestas.

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