La dura contienda del poder

La dura contienda del poder

Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

En una semana habrá nueva Presidencia en México. De este sábado en ocho Andrés Manuel López Obrador llegará finalmente a la tan deseada por él Silla del Águila y la Serpiente localizada en el despacho principal de Palacio Nacional.

Pero en los previos, como quizá nunca antes, se dan batallas lo mismo personales que institucionales y partidarias, ideológicas sin duda.

Con este nuevo gobierno regresan viejos métodos políticos y readecuaciones en la administración pública, en el reparto de los recursos públicos, que no pocos consideran un grave retroceso antidemocrático.

Son tantos los escenarios de esta contienda múltiple, que vale la pena irnos por partes, como decía Jack.

A mediados de la semana, el periodista Carlos Loret publicó en su columna de El Universal que, en la cúpula de Morena, se hacían revisiones a sus estatutos y consultas legales incluso en el INE con el fin de retirarle a Ricardo Monreal la coordinación de la fracción senatorial de este partido.

La columna de Loret exhibe la pérdida de confianza de la dirigencia de Morena en Monreal por haber presentado sin consultar ni evaluar una iniciativa para cancelar comisiones bancarias que provocaron daños a la economía y problemas entre el sector financiero y el nuevo gobierno.

El tema no es una sorpresa. La columna de Loret estuvo antecedida por varias intervenciones públicas de Yeidckol Polenvsky, presidenta de Morena, en que cuestionó y descalificó duramente a Monreal por haber presentado sin consultar esta iniciativa.

En esas intervenciones Polenvksy reiteró siempre que las fracciones parlamentarias de Morena en el Senado y en la Cámara de Diputados son brazos legislativos de este partido. Pero sobre todo que diputados y senadores llegaron por la ola de apoyo ciudadano a AMLO.

La presidenta de Morena ciertamente no le imputo a Monreal el cargo de traición, pero lo sugirió.

La respuesta de Monreal fue la de presentarse en el programa mañanero de Loret en Televisa, donde el periodista y sus colaboradores lo tundieron.

Fue obvio que el zacatecano pretendía que Loret dijera que se había equivocado. Eso nunca sucedió. Al contrario, Loret profundizó su tesis de que Monreal le metió el pie a López Obrador con su iniciativa.

Monreal se enredó en contradicciones insalvables e indefendibles. Se dijo independiente, pero a la vez comprometido con el presidente electo por haber llegado al Senado por el voto ciudadano promovido por AMLO, y a la vez confesó que es coordinador de la bancada de Morena porque así lo dictó el dedo del tabasqueño. ¿Entonces dónde está su independencia?

Y así una y otra vez.

Al verlo en esa entrevista uno se preguntaba sobre ¿cuáles habían sido sus motivaciones y razonamientos para ir a someterse a ese martirio? ¿en realidad pensó que Loret le iba a decir que se había equivocado por escribir lo que escribió?       

Luego de esa entrevista Monreal se trasladó al Senado a dar la batalla por la aprobación de la Ley Orgánica de la Administración Pública federal que contiene la nueva estructura administrativa con la que gobernará Andrés Manuel López Obrador.

Esta Ley ya fue aprobada por los diputados.

Su presentación ante el Pleno de los senadores preveía un debate sin límite de tiempo.

Los alegatos pasaron de las razones a los ataques y las descalificaciones. Ello fue aprovechado por Ricardo Monreal para desde la tribuna defender el proyecto y las propuestas de Andrés Manuel López Obrador.  

Pero sobre todo para exigirles a los opositores, en especial a los panistas, no caer en la mezquindad al negarle el apoyo a un presidente que obtuvo el 53% de los votos.

Sobre todo, dijo, “cuando este Presidente ofrece re-con-ci-lia-ción”, así, pausado, para que quedara más nítida su defensa de López Obrador.  

Sus intervenciones y calificativos -fue obvio-, estuvieron dirigidos a un solo interlocutor: Andrés Manuel López Obrador:

35 RESERVAS DE LA OPOSICIÓN

La contienda legislativa en la discusión de la Ley Orgánica tuvo 2 frentes: en uno estuvieron los senadores de Morena, PT y PES y en el otro los del PAN, PRI, Verde y PRD.

Los opositores cuestionaron todo, pero en especial 3 puntos de la iniciativa de Ley a votación.

El primero, el intento por trasladar los medios de información públicos -Canal 11; Canal 22; Radio Educación, Notimex; Cepropie, etc-, del Sistema Público de Radiodifusión a la secretaría de Gobernación.

Al respecto el coordinador de los senadores del PRI, el exsecretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong dijo:

“La intención de que los medios públicos que hoy cuentan con autonomía editorial, financiera y de contenidos, pasen a ser medios oficiales operados ya no por el sistema público de radiodifusión, sino por la Secretaría de Gobernación, eso viola el artículo sexto constitucional”.

Dijo que este intento ha sido ya cuestionado por organizaciones especializadas en la materia, pero sobre todo incurre en violaciones a estándares internacionales de libertad de expresión que indican que el derecho ciudadano a la información reclama independencia del poder político.

El reclamo fue tan fuerte en este sentido, que Ricardo Monreal propuso regresar al texto anterior para preservar la autonomía e independencia de los medios públicos.

El segundo reclamo de la oposición fue a la reforma al artículo 21 de la Ley de la Administración Pública, que pretende darle a López Obrador la facultad de crear comisiones de investigación y fiscalización que actuarían por sobre las instituciones ya creadas para ese fin, como la PGR o la Auditoría Superior de la Federación.

“Es increíble el retroceso que se está planteando con estas reformas, a muchos años atrás, después de que costó debates, sexenios enteros; hubo muchas posturas de partidos políticos a lo largo de más de 40 años, para lograr esta Auditoría Superior, para tener una institución fuerte como la PGR, y ahora un retroceso con lo que nos están formulando”, subrayó Osorio Chong.

La tercera objeción de los opositores todos, fue a la creación de los ya llamados superdelegados, quienes “coordinarán programas sociales, pero que, en la práctica, al parecer, serán sin duda operadores electorales.

“Esa reforma de ley no les requiere experiencia técnica ni académica ninguna para ocupar estos puestos; les faculta para nombrar delegados estatales, conocidos como representantes de oficina, que se asimilan más a un mini gabinete, que a funcionarios encargados de la prestación de servicios públicos.

“Y además, la ley no les impide contender para cargos de representación. En este sentido, la idea de los súper delegados da la impresión de ser más bien una fábrica de precandidatos.

“Por eso, nuestra propuesta es que la ley prohíba expresamente que puedan contender por cargos de elección popular en los estados en los que operan, de tal manera que, si no logramos evitar, como seguramente va a suceder, que no se den estas figuras de súper delegados, por lo menos que se regule que tengan los mínimos de preparación para el espacio público que van a tener bajo su responsabilidad: no hay requisitos para ellos. Y además, que no puedan contender en la elección del estado donde están sirviendo al servicio público”, indicó Osorio Chong.

Los panistas, ya encabezados por Rafael Moreno Valle, quien ayer fue designado como nuevo coordinador de los senadores blanquiazules según estaba previsto, advirtieron que, una vez promulgada esta nueva Ley Orgánica de la Administración Pública, van a presentar una serie de recursos de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte, ya que sus artículos contravienen claramente la Constitución.

La pelea campal legislativa y política, dentro y fuera del primer círculo del Poder, a unos días del ascenso de Andrés Manuel López Obrador.

¡Vaya bienvenida!

 

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