Las dos marchas del 2 de octubre

Las dos marchas del 2 de octubre

A pesar de que se rompieron filas ante el peligro, gobierno de Sheinbaum califica como exitoso al cinturón de paz

Este año, la conmemoración del 2 de octubre tuvo dos marchas, una de ellas la que se realizó para recordar a los estudiantes asesinados, con música, exigencia de que se esclarezcan los hechos a 51 años y con exigencia de paz.

La otra, con jóvenes encapuchados, destrozando todo lo que se pueda a su alrededor.

Al comenzar la tarde, en la Plaza de las Tres Culturas, comenzaron a reunirse jóvenes, mujeres, hombres, personas mayores para conmemorar la matanza de estudiantes el 2 de octubre del 68.

En el lugar, desde muy temprana hora, entonaron canciones para recordar a quienes fueron asesinados o que están con vida, pero participaron en el movimiento.

Algunos llevaron flores y las colocaron en la Estela de Tlatelolco. Todo ocurrió de manera pacífica, incluso algunos niños acompañan a sus padres rumbo al Zócalo capitalino.

Los contingentes comenzaron a salir de manera pacífica, en el contingente que salió de la Escuela Nacional de Antropoplogía e Historia (ENAH) se infiltraron encapuchados que prendieron fuego a llantas en Periférico Sur, a la altura de la calle Zapote, provocando afectaciones viales.

Minutos más tarde, realizaron pintas en las estaciones Tlatelolco e Hidalgo del Metro. También se registraron disturbios en el bajopuente de Eje Central.

Los edificios que no fueron resguardados por el gobierno capitalino, comienzaron a ser vandalizados. Hombres y mujeres con el rostro cubierto lanzan proyectiles a las ventanas y comienzan a agredir a policías.

Las personas que conformaban en cinturón de paz, entre ellos adultos mayores, decidieron quitarse las playeras para pasar inadvertidos y retirarse ante el riesgo que representa.

Los manifestantes que buscaban que la jornada se realizara en paz exigeron, en ese momento, a quienes hacían destrozos, que cesaran la violencia sin lograr paren de romper vidrios, destrozar edificios y afectar mobiliario urbano.

Por su parte, las personas que formaban parte del cinturón de paz, al ver el peligro al que estaban expuestos, optaron por quitarse las camisetas que les fueron entregadas para ser identificados o por taparlas con otra prenda y, de inmediato, romper filas.

Momentos antes un hombre encapuchado se acercó a uno de los integrantes del cinturón de paz, el cual estaba compuesto por funcionarios públicos y le roció pintura en spray en la camiseta y rostro.

Estos trabajadores del gobierno fueron convocados para apoyar en la retención de actos violentos a pesar de que el artículo 135 indica que queda prohibido a los trabajadores ejecutar cualquier acto que pueda poner en peligro su propia seguridad, la de sus compañeros de trabajo o la de terceras personas, así como la de los establecimientos o lugares en que el trabajo se desempeñe.

A pesar de ello, el gobierno de Claudia Sheibaum calificó el cinturón de paz como un éxito y aseguró que permitió contener la violencia, agresiones o provocaciones.

Asimismo indicó a través de una tarjeta informativa que se reportaron 14 personas lesionadas, la mayoría elementos de la policía con heridas leves y tres que ameritaron traslado al hospital.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana detuvo momentáneamente a tres personas que habían tirado petardos a la policía, quienes minutos después fueron liberadas ante la mediación de diversas organizaciones de la sociedad civil.

La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México realiza labores de inteligencia que dan continuidad a las denuncias de las manifestaciones anteriores.

Por su parte, la Secretaría de Obras y Servicios implementó un dispositivo de limpieza con 250 elementos que realizaron labores de barrido y trabajos de eliminación de grafiti del mobiliario urbano por el recorrido de la marcha.

Adriana Rodríguez

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