Niños viven en un ambiente peligroso por calentamiento global

Staff Periodismo en Acción

Foto: Pixabay

Los daños durante la primera infancia por el cambio climático son persistentes y sus repercusiones sanitarias durarán toda la vida. Si no se frena el aumento de la temperatura, un niño que nazca hoy se enfrentará a un mundo con temperaturas medias 4 grados más altas antes de cumplir 71 años, lo que supondrá una amenaza para su salud a lo largo de cada etapa de su vida, alertó un estudio.

Los sistemas inmunitarios de los menores están aún en proceso de desarrollo y son más susceptibles a las enfermedades y contaminantes medioambientales, concluye el informe de 2019 de ‘The Lancet Countdown’.

“En todo el mundo, los niños se encuentran entre los más afectados por el cambio climático”, asegura el estudio, el cual agrega que los fenómenos meteorológicos extremos se intensificarán durante la vida adulta.

Las peores consecuencias de la malnutrición, la subida de los precios y la inseguridad alimentaria las sufren los lactantes y los niños.

El mosquito que transmite el dengue ha invadido territorios en Europa y la mitad de la población mundial está en zonas de peligro.

La contaminación del aire también crece, lo que causa una reducción de la función pulmonar, un empeoramiento del asma y otras enfermedades respiratorias.

De igual forma incrementa el riesgo de infartos de miocardio y apoplejías, con el consiguiente aumento de los gastos sanitarios para atender esas enfermedades.

2018 fue el segundo año en el que se registraron las condiciones climáticas más propicias para la propagación de las bacterias que causan las enfermedades diarreicas a nivel mundial.

Se trata de un estudio sobre salud y cambio climático que presenta una actualización anual de 41 indicadores en cinco dominios clave: impactos, exposiciones y vulnerabilidad al cambio climático; adaptación, planificación y resiliencia para la salud; acciones de mitigación y cobeneficios de salud; economía y finanzas; y compromiso público y político.

En el estudio intervinieron más de cien expertos de 35 instituciones de todo el mundo, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Banco Mundial.

El informe “Lancet Countdown” analiza 41 indicadores -desde la exposición de las personas a los fenómenos extremos hasta los compromisos políticos- para demostrar qué repercusiones tiene para la salud pública cumplir las metas del Acuerdo de París.

Los datos del informe revelan que en 2018 el número de personas mayores de 65 años expuestas a olas de calor ascendió a 220 millones; el coste de los incendios forestales es 48 veces mayor que el de las inundaciones.

Manifiestan además que el 90% de las pérdidas ocasionadas por fenómenos meteorológicos extremos, se producen en países con bajos ingresos que no tienen seguros

Las muertes prematuras debido a la contaminación del aire exterior (PM2.5) se estabilizaron en 2,9 millones en todo el mundo en 2016 (más de 440 000 a causa del carbón) y el suministro de energía mundial total procedente del carbón aumentó en un 1,7 % entre 2016 y 2018, una subida que invirtió una tendencia descendente.

“El camino que elija el mundo hoy afectará de manera irreversible al futuro de nuestros hijos”, dijo la coautora Stella Hartinger, de la Universidad Cayetano Heredia, Perú. “Debemos escuchar a los millones de jóvenes que han liderando la ola de huelgas escolares pidiendo una actuación urgente. Es necesario el trabajo de los 7500 millones de personas vivas hoy en día para garantizar que la salud de un niño que nazca hoy no esté definida por el cambio climático”.

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