Recinto de la (in) moralidad

Recinto de la (in) moralidad

Análisis a Fondo

Francisco Gómez Maza

 

· Señores senadores, no usen su celular en el salón de sesiones

· No les vaya a ocurrir lo que al panista García Cabeza de Vaca

En recinto de la (in) moralidad ha sido convertido el salón de sesiones del Senado mexicano, en base al espionaje de los celulares. Usted, como senador, ya no tiene derecho de usar su aparatito desde su escaño porque corre el riesgo de que un fotógrafo metiche llegue y le tome una placa para denunciarlo por lo que está haciendo, por con quién está conversando, por qué imagen está viendo. Caramba, el Senado, su LXIV Legislatura, está ahora viviendo un orwelliano impasse que nos llevará a un sistema en el que Pegasus, el sistema de espionaje de Peña Nieto, se quedará corto.

Y de inmediato aparecen los moralistas: Hay que investigar”, dice PAN sobre senador que chatea sobre “padrote”. Damián Zepeda. Coordinador de los moralinos senadores panistas, dijo no saber de la imagen difundida de Ismael García Cabeza de Vaca, cuyo teléfono celular muestra una charla donde se habla de un “padrote”. Carajo. Que se hable de lo que sea. El celular es un instrumento muy personal, muy íntimo. Y sólo es causal de investigación en casos de crímenes cometidos y denunciados.

Y si Cabeza de Buey, perdón, de Vaca estaba negociando alguna trata de personas, llegará el momento, con el cuerpo del delito, en que los investigadores de la Fiscalía lo comprueben y el legislador tendrá que responder ante la justicia. Pero nadie. NADIE, puede suponer ni menos imaginar, ni tiene derecho a nacerlo, qué estaba haciendo el senador -imbécil, como le llamó un querido colega- con su celular. Pero en este caso es inmoral especular. Inmoral, querida Tere.

El coordinador del PAN, Damián Zepeda Vidales, guardó silencio cuando los reporteros le preguntaron su opinión de que el senador por Tamaulipas, Ismael García Cabeza de Vaca fuera sorprendido cuando avanzaba un diálogo de chat sobre un padrote y la fotografía de una mujer. Quien lo sorprendió, júrenlo, no tenía ningún derecho de publicitar la materia que lo escandalizó. Un reportero tiene primero que investigar, preguntarle al susodicho, para luego divulgar el hecho. ¿O hemos llegado al grado de convertirnos en espías profesionales?

“Hay que investigar”, dice el PAN sobre senador. Pero, en honor a la verdad, a la verdadera moral, el coordinador panista no tiene ningún derecho de investigar nada. Es un asunto muy personal y el escándalo se dio por, como dice Carlos, la imbecilidad del senador del celular de dejar esculcarse y de que le tomaran una foto de un contenido que sólo debía de importarle a él. Y otro tanto el escandalito de Martí Batres que se debía de tomar más en serio siendo el presidente de la mesa directiva del Senado.

Todo este escandalito comenzó cuando un fotógrafo de El Universal captó el celular del senador Ismael García Cabeza de Vaca desde su escaño, en donde el fotógrafo dice que se observa una charla sobre sexo servicio. Se observa la fotografía de una mujer, a lo que el senador pone emojis de cerdo. Un interlocutor en la charla escribe “Pásame el cell del padrote, no seas gacho, ya me la quiero zumbar”. García Cabeza de Vaca responde: “ya somos dos”. En el grupo, llamado “Three amigos, se observan otros dos interlocutores, “Gero” y “Manito”. El hecho ocurrió durante la comparecencia del secretario de Hacienda en el Senado.

No dudo que el hecho pudiera ser un acto misógino. Para mí lo es si tuviera las pruebas. No me consta si es verdadera la versión. Pero no dudo que pudiera ser misógino, lo cual sería a todas luces totalmente condenable. Pero ¿alguien puede acusar a otro de asesino sólo por suponer que el otro piensa matar a alguien? analisisafondo@gmail.com

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