Reunión de Jefes de Estado reafirma el compromiso con la educación y su financiación durante y después de la pandemia

Reunión de Jefes de Estado reafirma el compromiso con la educación y su financiación durante y después de la pandemia

París, 23 de octubre del 2020.- Más de 70 Jefes de Estado, de Gobierno y ministros y socios internacionales se reunieron en línea el 22 de octubre en una reunión extraordinaria sobre la educación mundial convocada por la UNESCO, los gobiernos de Ghana, Noruega y el Reino Unido, y aprobaron una Declaración en la que expresan un firme compromiso de proteger la financiación de la educación y detallan las medidas que se adoptarán durante el próximo año para salvaguardar la educación de los efectos devastadores de la perturbación causada por COVID-19.

“En un momento en que los países están tomando decisiones difíciles y haciendo concesiones para dar un giro a sus sociedades, la educación debe ser nuestra prioridad absoluta, nuestro pilar para la recuperación. Sin embargo, en los planes nacionales de recuperación sólo se ha reservado una parte mínima -menos del 1% en promedio- para la educación y la capacitación. La financiación de la educación no es un costo: es nuestra inversión más esencial a largo plazo. Si no asignamos esta financiación ahora, nos enfrentaremos a un futuro más sombrío”, dijo la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, al abrir la reunión con un minuto de silencio en memoria de Samuel Paty, el maestro que fue asesinado en Francia el 16 de octubre.

En la reunión participaron el Secretario General de las Naciones Unidas, los Presidentes de Angola, Colombia, la República Democrática del Congo, Kenya, Namibia, Portugal y Rwanda, así como los jefes de gobierno de Italia, Marruecos, Noruega y España, el Viceprimer Ministro de Desarrollo Social de Uzbekistán y la defensora de los objetivos de desarrollo sostenible, la Reina Mathilde de Bélgica. Más de 65 ministros de educación de los cinco continentes tomaron la palabra para compartir las medidas destinadas a contrarrestar los efectos de la pandemia en la educación, junto con organizaciones multilaterales y regionales, entre ellas la Alianza Mundial para la Educación y la Fundación Educación por encima de todo.

“La educación es la solución, la financiación y la voluntad política son esenciales”, recalcó el Secretario General de la ONU, António Guterres. “Agradezco a la UNESCO su liderazgo y hago un llamamiento a todos los países y socios internacionales para que actúen ahora, juntos, para que la educación transforme vidas”.

Afirmando que “la educación está en el centro de la inversión de la Unión Europea en el desarrollo”, la Comisaria Europea de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, anunció “la decisión de aumentar del 7 al 10% la financiación de la UE para la ayuda a la educación en los países asociados bajo [su] responsabilidad”.

El Presidente del Consejo Italiano, Giuseppe Conte, declaró que la educación de calidad será uno de los pilares de la presidencia italiana del G20, que se centrará en las personas, el planeta y la prosperidad. 

La Enviada Especial del Reino Unido para la Educación, Baronesa Sugg, subrayó la importancia de la Presidencia británica del G7: “El Reino Unido defiende el derecho de todas las niñas de 12 años a una educación de calidad. Está poniendo este tema en el centro de su presidencia del G7 y copatrocinando una gran cumbre mundial sobre educación el año que viene para recaudar fondos para que los niños vayan a la escuela y se recuperen mejor del coronavirus”. 

La Primera Ministra de Noruega, Erna Solberg, coorganizadora de la reunión, estimó que “dos elementos son importantes para una rápida recuperación: la financiación y el compromiso político. En muchos casos, el derecho a la educación seguirá siendo una promesa vacía si el gasto en educación no aumenta. Necesitamos movilizar más fondos internacionales para la educación mundial”, subrayó.

En la Declaración suscrita por los participantes se condenaron los recientes ataques contra maestros, estudiantes y escuelas y se reafirmó el papel de la educación y los docentes. El texto identifica también las acciones prioritarias que son esenciales para la recuperación de la educación en los próximos 15 meses:

1. Tomar todas las medidas necesarias para reabrir las escuelas de manera segura e inclusiva;

2. Apoyar a todos los profesores como trabajadores de primera línea y prestar especial atención a su formación y desarrollo profesional;

3. Invertir en el desarrollo de competencias, desde la dimensión socio-emocional hasta la adquisición de conocimientos para nuevos empleos;

4. Reducir la brecha digital que ha detenido la educación de un tercio de los estudiantes del mundo.

Estas acciones prioritarias requieren que los presupuestos de educación sean al menos protegidos, si no aumentados. En la Declaración, los gobiernos y los asociados declaran su compromiso de:

1. Mantener o aumentar la proporción del gasto público en educación dentro de un rango de 4-6% del producto interno bruto y/o 15-20% del gasto público;

2. Asegurar que los paquetes de estímulo apoyen medidas que mitiguen las pérdidas de aprendizaje y permitan a los más vulnerables volver a la escuela;

3. Aumentar el volumen, la previsibilidad y la eficacia de la ayuda internacional, y

4. Dirigir la ayuda a los países y poblaciones más necesitados, incluidos los que no se benefician de los programas gubernamentales.

El presidente Uhuru Kenyatta subrayó que Kenya ha “incluido un importante componente de educación en su plan de recuperación económica”. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo que “la modernización de nuestro sistema educativo es una prioridad para este gobierno” y que “la educación y el desarrollo profesional se convertirán en una política transversal que involucre a todos los ministerios del gobierno”. 

El presidente colombiano Iván Duque Márquez dijo por su parte que la pandemia ha dejado claro que la educación es la política pública más importante para transformar la sociedad. 

La Enviada Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Angelina Jolie, que apoyó la Coalición Mundial para la Educación de la UNESCO, reconoció que “todos los países se enfrentan a enormes presiones”. Pero tratar de equilibrar las cuentas a expensas de la educación sería algo totalmente condenado al fracaso, además de ser moralmente indefendible”, dijo.

En sus intervenciones, muchos participantes reconocieron el papel de la UNESCO en la mejora de la coordinación de la educación mundial para acelerar el progreso hacia el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio de garantizar el acceso a una educación de calidad para todos. Esto se hace eco de la Declaración en la que se pide a la UNESCO que examine y proponga estrategias que puedan aprovechar y acelerar los progresos anteriores y que fortalezca el Comité Directivo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio – Educación 2030 para orientar y coordinar la cooperación mundial en materia de educación.

En el marco de esta reunión, una coalición mundial de organizaciones sin precedentes pidió que se invierta urgentemente en la educación para evitar una catástrofe generacional. Publicando un libro blanco como parte de una campaña titulada “Salvemos nuestro futuro”, un movimiento de las mayores organizaciones multilaterales de educación del mundo en asociación con más de 600 organizaciones de la sociedad civil, organismos de investigación, fundaciones, medios de comunicación, jóvenes y líderes de opinión han elaborado una hoja de ruta con recomendaciones concretas para que los gobiernos reconstruyan los sistemas educativos mejorándolos.

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