Se va la figura chusca de la “primera dama”

Se va la figura chusca de la “primera dama”

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FRANCISCO RODRÍGUEZ

 

Así como se ve venir la tormenta política sobre las pobres cabezas de los viudos de las “primeras damas” mexicanas, las noches de Walpurgis, las de los cuchillos largos y los vidrios rotos del Bundestag, la de San Bartolomé de los hugonotes, y las que se puedan recordar, todas van a resultar simples anécdotas del surrealismo, invenciones de los cuentos de Andersen. Veranillos para historias infantiles.

Lo que les espera es peor. Se trata de un golpe demoledor a las pretensiones aspiracionales, a las fortunas mal habidas, a los enriquecimientos inaplicables, a los chantajes, un upper a las partes bajas, quizá las más inmundas de su doliente humanidad. Las fosas clandestinas del calderonismo, peñanietismo y todo el pripanismo junto van a ser campamentos vacacionales.

El sistema para el supuesto Desarrollo Integral de la Familia, conocido en los bajos fondos como DIF, se integrará al sector salud del nuevo régimen. No había de otra. Se acabaron los poderes facticos y metaconstitucionales de las “primeras damas” que utilizaron esa noble trinchera como fuente del soborno, la amenaza y la competencia desleal.

Desde ahí operaron una estructura peor que la que utiliza la delincuencia organizada para el cobro de su personal derecho de piso. Las “caritativas” “primeras damas”, insufladas del poder presidencial, hicieron de la filantropía infantil un edificio de prevaricación, desvío de recursos y viles despojos de proveedores, constructores, coyotes y criminales del presupuesto público.

La Gaviota y Laura Vargas de Osorio, Higa, de Hinojosa Cantú…

‎Entre los viudos de ese particular chachachá se cuentan personajes de cualquier estofa y ralea. Desde los constructores paraestatales de Higa que ofrecieron sus servicios facilitadores para procurar a la “primera dama” Gaviota y su cónyuge en turno una mansión miliunochesca de 80 millones de pesos que hizo ruborizar a las dinastías europeas, a cambio de su protección en los negocios, hasta la casita de Videgaray para el descanso en Malinalco… lo más lejos del “destrampe” de Ixtapan de la Sal, dijo su esposa doña Virginia.

‎Lo peor, es que eso es lo de menos. Aún hay más, dijera el mimo de la televisión para jodidos. La historia oficial revela los buenos oficios de la “primera dama” de Gobernación, Laura Vargas, esposa de Osorio Chong, sustituta de La Gaviota en ese ejercicio de dama DIF, para procurar el agache y aliviane de cuanto contratista se presentó a colaborar en sus obritas pías.

Cuando ya no le sirvió, porque el esposo de la señora no levantaba en su comisión gubernativa, la cambió por otra más obsecuente, que se hizo cómplice del excelso dirigente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, para conseguirle chambitas a modo‎ hasta a empresas particulares de seguridad privada, que se adueñaron de la custodia de todos los sistemas hidráulicos de Conagua.

Aparte de otras “buscas”. Porque el espacio sideral para actuar que tenían en todas las instalaciones del sector público, central, desconcentrado y descentralizado fue inmenso, inacabable. Arrasaron en escuelas públicas, en las infraestructuras de todo el aparato de telecomunicaciones, en centros de trabajo del gobiernito y en donde se les dio la real gana.

Beatriz Gutiérrez Müller desautoriza la función de “primera dama”

Y ahora, a la fría banca, a la decepción, a la molicie. Las “primeras damas”, aquéllas que fijaron los límites clasistas entre mujeres de primera y de segunda en la sociedad mexicana y en la estructura del poder, pasarán a mejor vida. No es que se murieron, pero parece que es algo peor.‎ Pasaron al catálogo del hazmerreir, del cobro de las vergüenzas colectivas. En buena hora.

Y es que, al decir Beatriz Gutiérrez Müller que ella desautoriza la función de “primera dama” por las razones de discriminación que implican y por ser una fuente de poder insaciable, expresa que a ella le basta con educar a su hijo y ser esposa de ya saben quién. Que para figura política‎, en su casa sobra con él. Una cachetada con guante blanco para las pomadosas “primeras damas” del cotarro mexicano.

La voracidad de Sahagún, menos hipócrita que la de Zavala

La expresión dinástica de “primera dama” no la usa ni Máxima de Holanda, ni personaje femenino alguno de las dinastías borbónicas europeas. Mucho menos la Merkel o la brava presidenta croata que dio muestras evidentes de tener más cojones y dignidad que muchos cracks‎ del balompié mundial.

‎Destierra Gutiérrez Müller una tradición ridícula de la “nobleza” tenochca. La que ha llevado a planos inexplicables las poderosas influencias de anteriores “primeras damas” como la calderonista del rebozo mordido que llegó a imponer a los jefes de compras de todas las secretarías y dependencias para recibir los moche$ de rigor.

Destierra y entierra los recuerdos de la infame Martita, aquélla que a base de altas dosis de Prozac y toloache tal vez mezclado con mota mandó a la luna al hubbie o maridito y se adueñó a través de sus hijitos de los contratos más jugosos de la industria estatal petrolera, para que le hicieran compañía a los Hildebrandos, hermanitos de la Zavala Gómez del Campo y hasta de la primita, dueña del incendiario ABC, fuente de la tragedia de los bebés sonorenses.

El Papa juró no volver a la Tenochtitlán de las “primeras damas”

Descarta la esposa de AMLO parecerse a ellas, tener esos impulsos aspiracionales, esas emociones de los bajos instintos que convirtieron a las “primeras damas” en el azote de los empresarios, a los que pasaron charolas del tamaño de las que el calderonismo, más Germán Larrea, le robaron al patrimonio de los mineros, calculado en 50 millones de dólares que se confabularon para cargar en las espaldas de Napoleón Gómez Urrutia.

¡Oh, las “primeras damas”! Las que usaron los aviones presidenciales en sus viajes trasatlánticos de consortes, para retacarlos de maquillistas, crooners y charritos de baja estofa, incluyéndolos en los viáticos presidenciales, a cargo de nuestras costillas. Las dueñas absolutas de las selfies, las que propinaron vergüenzas inconfesables como aquellas exhibidas por el pontífice Francisco en su reciente viaje a tierra azteca…

… algo de lo que no se pudo reponer el poderoso Papa, por lo que juró no volver jamás al Tenochtitlan de las “primeras damas”, a menos que se le requiriera para asuntos más serios, como los de Ayotzinapa, Atenco, Apatzingán, el narcotráfico y Tanhuato, por decir lo menos.

Ni qué decir de las “primeras damas” de la promoción 1976-2000. Sí que fueron un peligro para México. La pianista fue acusada de perpetrar el artero asesinato de Pablo de Ballester, archimandrita de la Iglesia Ortodoxa griega para América Latina, por despecho. El alto dignatario clerical no quiso satisfacer sus caprichos emocionales.

La damita salinista entró a bayoneta calada, escoltada por hombres armados del Estado Mayor a cachetear a una actricita ‎que convalecía de una operación en un hospital capitalino. La acusaba injustamente de ser la dueña de las quincenas del enarca de la colonia Narvarte, no de Agualeguas.

La zedillista, otro caso psiquiátrico, se la pasaba en el diván de Juan Ramón de la Fuente, alcoholizada las más de las veces, vigilando las partes nobles del maridito, que eran inocentes, al menos en los ijares.

Chones para La Diana. Golpes de La Tigresa. Palomas ¿altruistas?

Se nos va la figura chusca de la “primera dama”. Esa que causó revuelo por sus ínfulas y poder en las revistas del corazón, en todos los magazines de papel cuché que exhibían por ubérrimos pagos editoriales sin siquiera una sonrisa fingida de matrimonios hastiados y vacíos. Se nos va toda una época de ridículos pleitos por el territorio del Estado Mayor y por las oficinas palaciegas de Los Pinos.

Pasan a la historia, a lo peor de la memoria infausta, el encalzonamiento de la estatua de La Diana Cazadora del Paseo de la Reforma… la injuriada en propia residencia por el zapatillazo de La Tigresa, amante despechada… la hipócrita filantropía de la dama de las palomas de San Jerónimo, un falso altruismo que El Ogro ejercía a través del voluntariado ranchero.

Pasa a la historia aquella anécdota del piano de la “primera dama” dentro del avión presidencial para que la otrora extra cinematográfica luciera su palmito en las cenas del extranjero, pagadas con nuestros impuestos. Y hasta aquél desenlace en Río de Janeiro, cuando cansada de ser ignorada aventó el pesado instrumento por las ventanas de la casa del embajador en tierras cariocas. ¡Uf!

Quisieron hablar por las bravas mexicanas de los grandes temples

Por si las fosas clandestinas no fueran suficiente estigma, seguirá repletándose el panteón político con todas las figuras chuscas causantes de vergüenzas insufribles, de robos, chantajes, asaltos, pases de charola, amenazas, sobornos y todas las mañas de los bajos fondos que rodearon las figuritas lastimosas de las “primeras damas” mexicanas.

Se acaba otra fuente de miseria… y de grandes tragedias y desgracias, causadas por las nocivas influencias de damitas empoderadas, insaciables y ridículas, que quisieron hablar por las bravas mexicanas de los grandes temples.

Primeras Damas son las que nos sobran , más en nuestras humildes casas, levantadas con el tesón, la disciplina y el coraje de los millones de mujeres mexicanas que nos han acompañado siempre en nuestra lucha cotidiana por la chuleta .

¿No cree usted?

Índice Flamígero: Inició con una némesis casi histórica: Fidel Herrera Beltrán. Sumó otras al paso de su corrupta y traicionera carrera de acaparar puestos cada vez más importantes para solamente cobrar venganzas. Tal el caso de la maestra Elba Esther Gordillo a quien dio varias puñaladas traperas, luego de que ella lo encumbró. Sus siguientes objetivos fueron Javier Duarte y su esposa Karime Macías. Y como cereza del pastel, Andrés Manuel López Obrador a quien llamó “loco” una y mil veces. Todos ellos lo han derrotado. ¡Vaya éxitos de Miguel Ángel Yunes Linares! Una lección, como aquellas que brindaba Chabelo, de lo que no se debe hacer. + + + Escribe don Fernando Salinas: “Dado que va a ser inevitable en tiempos recientes hablar de Andrés Manuel López Obrador, o de las consecuencias de la derrota electoral de un sistema vigente por más de 80 años, quedan entre tantas dudas las siguientes: 1) Dentro de la reducción de salarios y privilegios, ¿van a estar incluidos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como los demás Magistrados y Jueces del Consejo de la Judicatura Federal y los Magistrados y Jueces locales de cada estado y la Ciudad de México?, porque de eso no he escuchado nada. 2) AMLO, dentro de tantas promesas, dijo que en su Gobierno iban a estar los mejores Mexicanos, que para cumplirlo necesita hacer algo que nunca ha hecho: Hacer una convocatoria a nivel nacional para competir los puestos dentro de su gobierno en sus diferentes niveles y especialidades, que de no hacerlo estaría demostrando que dichos puestos seguirán siendo privilegio de sus cuates y no para cualquier mexicano. Para esto hay que recordar que cuando él fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, cuando se construyeron la Universidad y Preparatorias de la Ciudad de México, jamás hubo una convocatoria para ocupar las plazas de maestros, todo fue a capricho, por relaciones políticas y de cuates afines a AMLO. 3) Cuando en ocasiones se tiene que llegar a la difícil decisión de despedir policías surge el gran temor (justificado), que al hacerlo dichas personas pasarán a formar parte de las filas de los grupos de la delincuencia organizada violenta (porque la no violenta es la institucional), y respecto a este caso ¿sucederá lo mismo con los diferentes candidatos y políticos del viejo sistema que no lograron obtener un hueso dentro de la próxima Administración, o qué harán, se irán a vender a un tianguis, se irán a un lado de la Catedral Metropolitana con una cartulina anunciando lo que saben hacer como coyotes, pondrán su “narco tiendita”, etcétera?”

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