Somos incapaces  de ver que las mujeres están rayadas y pintarrajeadas por el machismo; vulneradas y rotas por la violencia: Onel Ortiz

Somos incapaces  de ver que las mujeres están rayadas y pintarrajeadas por el machismo; vulneradas y rotas por la violencia: Onel Ortiz

* Dos frases marcaron el 8M y le dieron vuelta al mundo: “México feminicida” y “Un violador no será gobernador”, destacó

Por Onel Ortiz Fragoso @onelortiz Facebook: Onel Ortiz

Las dos expresiones más importantes de este 8 de marzo fueron producto de la imaginación y la tecnología. Ambas fueron pacíficas y por ello su impacto fue mayor. Primero, desde el sábado y domingo, los colectivos feministas convirtieron las vallas alrededor de Palacio Nacional en un gigantesco memorial. Segundo, sobre la fachada del mismo Palacio, se proyectaron las dos frases que marcaron este día y que le dieron vuelta al mundo: “México feminicida” y “Un violador no será gobernador”.

Para el Presidente de la República el operativo del 8 de marzo fue un éxito, porque sirvió para contener la provocación. Dijo que no hubo daños a las personas. Afirmó que: “…salimos bien y muestra con claridad que somos diferentes, no somos un gobierno represor”. Insistió que la provocación está impulsada por el conservadurismo. Creo que se sigue sin comprender la esencia de estos movimientos, lo cual resulta lamentable. Si bien hubo provocadores y personajes detestables que quisieron montarse en las protestas, son datos menores respecto a lo que estos movimientos representan para México y otras naciones.

Las pintas y los daños causados a inmuebles no son actos vandálicos. Es una forma en la que varios colectivos de este movimiento han encontrado para que la sociedad vea en paredes y muros, la violencia del que son objeto diariamente las mujeres. Es un llamado a la acción. Seguimos empantanados en el mundo de las apariencias, somos incapaces  de ver que las mujeres están así: rayadas y pintarrajeadas por el machismo; vulneradas y rotas por la violencia.

Quienes lo consideren así, como simples pintas y destrucción, no han comprendido el lenguaje y los símbolos de un movimiento social ampliamente plural, diverso y  libertario. No sólo se trata de una anarquía sin utopía, como la han caracterizado con tino algunos estudiosos, sino un movimiento que son cientos, quizá miles, de movimientos. Una marea en donde no hay liderazgos, sólo causas. El abanico es tan amplio como amplias son las formas de violencia de la que son objeto las mujeres y sus expresiones también son diversas.

En el mundo, el movimiento de mujeres en contra de la violencia y en pos de la igualdad son las expresiones sociales más importantes de la primera mitad del Siglo XXI. Mientras los gobiernos vean a estas expresiones con ojos de políticos forjados en la cultura machista, donde el poder se ejerce verticalmente, donde la mujer es un grupo vulnerable que sólo puede ser rescatado por hombres, donde cualquier rectificación ante un error  se entiende como debilidad, no podrán ser auténticamente empáticos con las luchas de las mujeres. No en balde, la expresión machista por excelencia en la política mexicana es: “Lo doblé” o “Lo doblaron”.

Me solidarizo con la lucha de las mujeres por la igualdad y en contra de la violencia de la que son objeto en todos los ámbitos de la vida social y privada. Al mismo tiempo, rechazo cualquier forma de violencia proveniente del gobierno o de grupos sociales o políticos. Creo firmemente que, en democracia, la resistencia civil pacífica es la única ruta para impulsar las demandas sociales. A los hombres nos corresponde iniciar una transformación de nuestro comportamiento para terminar con el machismo y el patriarcado; así como iniciar un proceso de reflexión del significado de la masculinidad.

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