Persisten brechas de desigualdad en salario entre hombres y mujeres por el mismo cargo
Ciudad de México, 22 de Mayo (JUAN R. HERNÁNDEZ/CÍRCULO DIGITAL).- La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Laura Valeria Guzmán Vázquez (PRI), y representantes de la sociedad civil, resaltaron la importancia de que las empresas e instituciones públicas y privadas implementen la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015, a fin de reducir las brechas de desigualdad en los centros de trabajo y erradicar la discriminación.
Ciudad de México, 22 de Mayo (JUAN R. HERNÁNDEZ/CÍRCULO DIGITAL).- La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Laura Valeria Guzmán Vázquez (PRI), y representantes de la sociedad civil, resaltaron la importancia de que las empresas e instituciones públicas y privadas implementen la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015, a fin de reducir las brechas de desigualdad en los centros de trabajo y erradicar la discriminación.
Durante el conversatorio “Impactos positivos de la implementación de la NMX-R-025-SCFI-2015. Igualdad laboral y no discriminación”, sostuvieron que se requiere concientizar y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de cambiar la cultura hegemónica del país, basada en desigualdades.
Expusieron que esta Norma Mexicana, en Igualdad Laboral y No Discriminación, es un mecanismo de adopción voluntaria para reconocer y certificar a los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral y no discriminación, para favorecer el desarrollo integral de las y los trabajadores.
Guzmán Vázquez afirmó que el Congreso tiene la responsabilidad de trabajar en la legislación para generar condiciones equitativas y de igualdad frente a todas las mujeres, pero el reto no solamente es de las leyes o normas, sino de la cultura y de la sociedad.
Planteó que si estas normas, además de certificar a las empresas, permitieran brindar incentivos, serían más eficientes para logar una igualdad laboral.
Sostuvo que la participación de las mujeres en la fuerza laboral en América Latina ha pasado del 36 por ciento al 52 por ciento en 2009, lo que significa que de 1980 al 2009 aproximadamente la mitad de las mujeres han decidido entrar al mercado laboral.
Sin embargo, dijo, “existe una desigualdad de entre el 90 y 60 por ciento en los salarios a pesar de realizar las mismas actividades que los varones, es decir, misma trabajo, diferente salario”.
La diputada del PRI agregó que Chile, Brasil y México son los países en donde las mujeres ganan menos que los hombres, particularmente en profesiones de alto rango, por lo que es donde se hace más notoria la desigualdad económica.
Además, explicó que el 51 por ciento de los trabajadores por cuenta propia, en el sector informal, son mujeres, ya hay centros laborales intolerantes, pues ellas deben no sólo atender el trabajo, sino a los hijos y el hogar.
“El reto es poder revertir esta brecha, que las mujeres y hombres tengan las mismas condiciones, no solamente educativas y laborales, sino también en materia económica”, destacó Guzmán Vázquez.
María de la Paz López Barajas, directora General de Autonomía y Empoderamiento para Igualdad Sustantiva del Instituto Nacional de la Mujeres (Inmujeres), dijo que la política pública de igualdad de género tiene en el centro de su preocupación la discriminación contra las mujeres.
Dijo que el tema de la discriminación en los centros de trabajo es un asunto estructural que debe ser visto desde distintas aristas para poder cambiarlo, pues el trabajo es el que da a los individuos identidad.
“Lo que buscamos es igualdad en los hechos, en los resultados, y para ello esta norma busca igualar las condiciones, generar las mismas oportunidades, el mismo trato y tener una igualdad sustantiva en los hechos”, precisó.
Dolores Blancas Rueda, presidenta de la organización Casa Gaviota, puntualizó que el trabajo es uno de los derechos fundamentales del ser humano, porque es la vía de acceso a una vida digna, así como de reconocimiento de identidad personal y en donde nos reconocen las demás personas.
Comentó que en México, de los 120 millones de habitantes, 88 millones, están en edad productiva y las mujeres, las personas con discapacidad, los indígenas, la comunidad LGBTTI, son los sectores más vulnerables para la discriminación laboral.
Apuntó que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), será hasta el 2087 cuando mujeres y hombres puedan tener un salario similar a trabajo igual, ya que actualmente los varones ganan 23 por ciento más que éstas, sin contar los roles de cuidado que tiene que ejercer la mujer en el hogar.
“A México le urge tener un cambio cultural, pues hay demasiada discriminación, la violencia está inmersa y naturalizada y esto se está reflejando en la sociedad. Hay una descomposición social impresionante”, dijo.
Rosalía Carrillo Meraz, Secretaria Ejecutiva del Observatorio Nacional sobre Violencia entre Hombres y Mujeres, sostuvo que se requiere terminar con la cultura de simulación y comprometer a las empresas a lograr una verdadera equidad y oportunidades tanto para mujeres como para hombres.
Resaltó la importancia de generar las condiciones para que los espacios laborales sean armónicos, ya que éstos tienen un impacto fundamental en el desarrollo familiar y social.
“El empresario ideal es la persona que se compromete, no sólo con las ganancias de la empresa, sino también con las ganancias que tienen las familias de sus empleados”, precisó Carrillo Meraz.
Carlos Muñoz Martínez, director del Centro de Formación y Cultura Jurídico, subrayó la importancia de conocer y aplicar esta norma, para contribuir a generar un cambio cultural e incluir a todos los sectores en los procesos productivos.