Trump convierte en “ganar-ganar” las investigaciones en su contra
Ciudad de México 17 Junio (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-El presidente estadunidense Donald Trump enfrenta 15 investigaciones federales de tipo civil o penal, pero a diferencia de lo que otros candidatos podrían hacer, el mandatario las usará para exhibir a sus oponentes en una estrategia de “ganar-ganar”.
Quien sea el candidato del Partido Demócrata, los medios de comunicación y sus críticos, todos ellos estarán en la mira del mandatario y su estrategia de ganar-ganar, señaló el sitio especializado Politico.
La estrategia se aplicará en particular en los “estados azules”, es decir, los de mayoría demócrata.
Trump logra ya ganancias de esas investigaciones pues las ha convertido en una cacería de brujas, donde muestra que el “establishment” y los medios, tratan de descarrilar sus esfuerzos para cambiar la forma en que se hacen las cosas, explicó el estratega republicano Ron Bonjean.
Las investigaciones que se siguen fuera del Congreso estadunidense son las políticamente más dañinas, ya que pueden llevar a cargos penales o civiles, con fuerte publicidad negativa que surgiría poco antes de la elección presidencial de 2020.
El comité que se encargó de la toma de posesión del mandatario enfrenta cinco investigaciones, ubicadas en los distritos sur y este de Nueva York, y otra en el distrito central de California.
Los fiscales generales de New Jersey y Washington también indagan esa ceremonia, en particular si hubo contribuciones ilegales de extranjeros o gasto que se considere derroche.
Otras cuatro investigaciones corresponden a la Trump Organization, que no maneja el mandatario pero quien sigue siendo el propietario y recibe beneficios de sus operaciones.
La Trump Organization agrupa a 500 empresas, y enfrenta posibles violaciones a la ley laboral federal así como fraudes bancarios y en materia de seguros.
De este conjunto destacan dos que efectúa el fiscal general de Nueva York sobre trabajo extra forzado sin paga en el club de golf de Briarcliff Manor, así como préstamos considerables dados a la empresa.
Además, el Departamento de Servicios Financieros revisa las políticas en materia de seguros de la compañía, mientras que en New Jersey el fiscal general revisa casos de migrantes que recibieron documentos falsos para laborar en el complejo hotelero de Bedminster.
Las indagaciones alcanzan a la Fundación Trump a pesar de su disolución, pues el departamento de impuestos y el fiscal general del estado de Nueva York mantienen la investigación sobre recursos erogados en la Trump Organization o en la campaña electoral del ahora mandatario.
El comité de campaña del ahora mandatario es cuestionado sobre una posible coordinación ilegal con el comité de acción política Rebuilding America Now, además de los dos presuntos pagos a mujeres que sostuvieron relaciones extramaritales con Trump.
Las finanzas personales del mandatario son revisadas por reguladores del estado y la ciudad de Nueva York en busca de fraudes potenciales, además de posibles violaciones en materia fiscal y de vivienda.
Funcionarios judiciales que han participado en investigaciones a otros mandatarios estadunidenses, señalaron que esas 15 investigaciones son algo no visto con anterioridad, situación que se extiende a colaboradores y excolaboradores del mandatario.
Tal es el caso de su exabogado personal Michal Cohen, el expresidente de la campaña electoral Paul Manafort y su primer asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn.
La estrategia de hacer pasar todas las investigaciones como una cacería de brujas, va hacia su clientela electoral conservadora, pero no considera a los habitantes de las áreas suburbanas ni votantes independientes, que ya lograron que el Partido Demócrata retomara el control de la Cámara de Representantes en 2018.
Las encuestas ofrecen un panorama dividido de la opinión ciudadana sobre las investigaciones. Una de CBS News del pasado mayo señala que 53 por ciento de entrevistados opina que ya es suficiente de indagaciones, pero otra de CNN encontró que un número similar -54 por ciento- dicen que se investiga lo adecuado o muy poco.
Jason Miller, exasesor en la campaña presidencial en 2016, concluye que la mayoría de la gente está cansada de esas investigaciones y no entiende por qué los demócratas siguen obsesionados con ellas.