Historias de terror en la cama: los peores miedos sexuales de los hombres

Historias de terror en la cama: los peores miedos sexuales de los hombres

Nos acercamos a la época de Halloween y las historias macabras inundarán nuestra vida diaria, que de por sí ya está llena de situaciones de miedo. Zombis, calaveras, hombres lobo, arañas gigantes, momias y brujas: las criaturas que nos daban pavor en nuestra infancia regresan por unos días cada año para recordarnos lo inocentes que éramos; pero madurar no significa que ya seamos inmunes al miedo, la diferencia radica en que nuestros temores actuales vienen directamente de la vida real y no de los cuentos que nos decían nuestros padres o de las películas que evitábamos ver con las luces apagadas.
Sin duda alguna, uno de los aspectos fundamentales de nuestra vida es la sexualidad, que puede verse alterada en muchos hombres. La sexualidad se puede ver afectada por miedos muy reales que tienen el potencial de paralizarnos no sólo al momento de tener relaciones, sino también en el resto de nuestra vida diaria, afectando nuestra salud psicológica y bienestar general.

De acuerdo con el Dr. Rajan B. Bhonsle , consejero y consultor senior en medicina sexual, éstos son algunos de los miedos más comunes de los hombres respecto a su sexualidad:
● No lograr satisfacer a su pareja o no provocarle orgasmos
● Ser infieles o pensar en otra persona a la hora de tener relaciones
● Que su pareja se sienta atraída por alguien más
● No ser “normal”, comparándose con otros hombres
● Eyaculación precoz
● Pene “pequeño”

Otros temores tienen que ver con enfermedades venéreas, roturas de condón, verse poco atractivo sin ropa y el momento post-sexo, o sea no saber si dormir, abrazar a la pareja, irse o qué.

Sin embargo, la reina indiscutible, la más espeluznante de las pesadillas sexuales, es sin duda alguna la disfunción eréctil o impotencia sexual. Cada persona se enfrenta a sus miedos de distinta manera. Algunas personas deciden actuar ante el miedo, consultan con expertos, buscan múltiples soluciones, leen libros etc., y, por el contrario, a otros les paraliza totalmente incluso hay hombres que ni siquiera quieren oír hablar del tema.

Recordemos que una sexualidad satisfactoria depende de procesos hormonales y fisiológicos complejos que se complementan o alteran con las emociones.

El miedo que llega a nosotros cuando no logramos tener una erección se traduce en inseguridad y temor al rechazo y al fracaso, pensamientos que son absolutamente normales en situaciones de ansiedad o estrés, que no solamente tienen que ver con aspectos sexuales y que todos los hombres sentimos alguna vez, independientemente de nuestra edad.

La disfunción eréctil no debe ser vista como algo vergonzoso, de hecho, es más común de lo que creemos (algo que el porno nunca te va a decir): de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud , esta situación afecta a los varones mayores de 40 años en un 55% en forma leve, al 35% de manera moderada y al 10% en forma severa.

“La incapacidad de mantener una erección no se considera en la medicina una enfermedad, ni siquiera un problema grave o una condición de riesgo para la salud del varón, pero sí una patología preocupante al llevar al hombre a una sensación de ansiedad, que le afecta física y emocionalmente”, menciona la Secretaría de Salud. Lo importante es aceptar el problema, enfrentarlo, acudir al especialista y solucionarlo, porque existen tratamientos y opciones que están de nuestro lado, por ejemplo:

● Cambios de estilo de vida, alimentación, salud, etc. (esto incluye controlar enfermedades como la hipertensión, obesidad o diabetes y hacer deporte).
● Tratamiento farmacológico (actualmente existen alternativas cada vez menos agresivas e invasivas).
● Cremas tópicas.
● Implantes.

Hay que aceptar que, como hombres, todo el tiempo vivimos en una prueba constante a nuestra masculinidad y “se esperan” ciertas cosas de nosotros por culpa de los estereotipos y roles que nos impone la sociedad. Estas exigencias pueden generarnos inseguridad que repercute en nuestro desempeño sexual.

Recuerda que provocar placer sexual no es una obligación para nadie, sino una responsabilidad compartida. Cuando todos, hombres y mujeres, entendamos esto, comenzarán a desaparecer todos esos temores que nos persiguen y comenzaremos a tener relaciones sexuales mucho más placenteras, auténticas y libres.

Nunca olvides que tener disfunción eréctil no es siempre cuestión de experiencia o edad, ni es reflejo de tu vigor o “potencia”. Acércate sin pena a los especialistas y aprovecha los avances de la medicina para dejar atrás las historias de terror en la cama.

Consciente de ello, Laboratorios Liomont, empresa mexicana con más de 80 años de experiencia, y preocupado por los altos índices de mexicanos con disfunción eréctil y otros padecimientos de salud pública, participa en distintas áreas terapéuticas como la salud masculina.

Consciente de la necesidad de los usuarios de información confiable sobre el padecimiento Liomont presenta su sitio web Nomedetengo.com, que tiene el objetivo de proporcionar información fidedigna sobre la D.E.

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