Tren Maya no devastará flora y fauna: AMLO a ambientalistas
Asegura López Obrador a las ONGs; al CEMDA y a sus adversarios políticos que el Tren Maya no destruirá la flora y la fauna. Advierten organizaciones civiles y expertos que afectará el ecosistema. En redes sociales ciudadanos encaran a Indignación.
Una de las críticas más fuertes que han hecho expertos; CEMDA y las ONGs en el sureste mexicano a la construcción del “Tren Maya”, el proyecto de transporte y turismo insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, es la enorme afectación ambiental en la región.Y es que si bien el Gobierno Federal aseguró que el tren traerá desarrollo urbano y económico a varios estados, también está invadiendo el hábitat de la fauna silvestre.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, rechazó que la construcción del Tren Maya destruya la vegetación de la ruta, al señalar que por cada árbol derribado por la obra se siembran miles. Dijo que la gente está muy contenta con el programa Sembrando Vida para reforestar zonas devastadas en el país, programa que consideró el más importante del mundo en materia de reforestación. En respuesta a posturas de las ONGS; CENDA y de partidos políticos que aseguran que el proyecto del Tren Maya devastará la flora y la fauna en el sureste del País.
Afirma que mientras que en Estados Unidos se destinan 300 millones de dólares a la reforestación, en México se destinan mil 300 millones de dólares al año para plantar más de 1 mil millones de árboles en 1 millón de hectáreas, generar trabajo y un mejor ambiente, apunto en su conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional.
Reiteran que hay un Eje Ambiental:
Vamos a detonar una nueva responsabilidad compartida entre las ciudades, las comunidades rurales y sus actividades productivas a través de la rehabilitación y conservación de los recursos naturales, como suelo, agua, flora y fauna silvestres.
El tren es el modelo de transporte más eficiente y menos contaminante. Busca generar un nuevo modelo de desarrollo territorial que conserva y aprovecha de manera sustentable los servicios ecosistémicos del sureste.
Que el sureste tiene en el tren a su mejor aliado para recuperar los ecosistemas locales; que van más allá de la normatividad ambiental, al controlar y mitigar los impactos de proyectos actualmente en operación.
Que también traerá Beneficios ambientales; que el Tren Maya controlará el impacto de las obras de infraestructura anteriores que no tuvieron mitigación. Esta obra permite poner luz sobre los planes estatales y municipales de desarrollo ecológico y urbano, subrayando la responsabilidad compartida para proteger el ambiente.
El Tren Maya plantea un nuevo paradigma para las actividades productivas agropecuarias de la región.
El Tren Maya dentro de su Eje ambiental tiene precisamente definido entre sus objetivos:
Restaurar la conectividad biológica de áreas naturales para cuidar a los animales y la vegetación. Favorecer la conservación de los ecosistemas y los servicios ambientales. Rehabilitar los ecosistemas degradados, en especial en las Áreas Naturales Protegidas. Reducir la tala ilegal e implementar acciones que promuevan un uso responsable del suelo. Fomentar la producción agrícola y ganadera amigable con el ambiente para garantizar un mercado sustentable y sostenible. Generar una economía basada en el aprovechamiento responsable de recursos naturales. Impulsar actividades económicas que hagan un uso menos intensivo del suelo y de los recursos naturales.
FONATUR ha revelado que al menos 432 ejemplares de fauna silvestre han sido reubicados por construcción del Tren Maya en Yucatán; indicó que se “encontraban fuera de su hábitat y fueron reinsertados en su lugar de origen”; sin embargo, expertos señalaron que en realidad las obras de construcción irrumpieron sus ecosistemas actuales.
De acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur), hasta este enero de 2021 se han reubicado al menos 432 ejemplares en 48.7 kilómetros del proyecto en el tramo tres de Yucatán; esto como parte de las medidas consideradas en los planes de manejo de especies en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en diciembre de 2020.
El especialista indicó que actualmente, los ecosistemas por donde pasará el Tren Maya presentan problemas a causa de las “actividades productivas propias de la zona”, por lo que establecen acciones para preservar a las especies de fauna existentes.
El propósito es evitar cero afectaciones de fauna durante las actividades del proyecto, ya sea a través de la maquinaria o a través del personal que haya un incidente que pueda afectar a estos ejemplares o a estas especies, por lo cual nosotros nos dedicamos al rescate y al ahuyentamiento así como a la reubicación de la fauna que nos reportan en el tramo.
La construcción del Tren Maya comenzó en junio de 2020, recorrerá a partir de 2023 cerca de 1,554 kilómetros en siete tramos con 19 estaciones para transporte de pasajeros locales, turistas y carga en los cincos estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Por su parte el CEMDA, al igual que las ONGs advierten los Riesgos e impactos ambientales; en redes sociales usuarios encaran a Indignación A. C.; le recriminan que por un “grupo de intereses no se frenará el desarrollo económico y turístico.
Advierten que el proyecto del Tren Maya y las obras conexas implican numerosos riesgos e impactos ambientales a todo el sureste mexicano, zona de alta riqueza biológica e importancia para la conservación y protección de la selva maya, del acuífero y de la biodiversidad. Aunque la falta de certeza sobre el trazo final del proyecto impide identificar los impactos puntuales que se pudieran ocasionar al hábitat y a los ecosistemas terrestres y costeros, es posible identificar que el Tren Maya y las obras conexas causarán diversos riesgos e impactos ambientales.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha advertido que el proyecto impactará en diversos municipios de Chiapas y Tabasco, las selvas altas, los pantanos y sabanas; en la Península de Yucatán impactará los macizos de selva más grandes y en mejor estado de conservación de México y Mesoamérica, áreas con manglar y otros humedales.
Estos ecosistemas sufrirán alteraciones (degradación, fragmentación y deforestación) asociadas con la construcción, circulación y desarrollo propuesto por el proyecto del Tren Maya. En opinión del CEMDA, éstos son los principales riesgos e impactos ambientales asociados al proyecto del Tren Maya y obras conexas: Fragmentación del territorio: se romperán y dividirán los ecosistemas terrestres de la Península de Yucatán. El proyecto Tren Maya afectará 23 Áreas Naturales Protegidas (incluidas las Reservas de la Biosfera de Sian Kaan y Calakmul).
Deforestación: el impacto del proyecto sobre la cobertura forestal existente en la Península de Yucatán es grande. De acuerdo con la Serie VI de la cobertura de uso de suelo y vegetación, publicada por INEGI (2018), el 71% (2,578 ha) de la superficie que será devastada corresponde a selvas húmedas y secas. En particular, el proyecto cruza áreas de gran importancia para la conservación de la selva como la región de Calakmul. Asimismo, la construcción de infraestructura vial, estaciones del ferrocarril y los polos de desarrollo acrecentarán las actividades agropecuarias, los asentamientos humanos y las actividades turísticas, y por lo tanto acelerarán el cambio de uso de suelo en toda la Península de Yucatán, afectando la cobertura forestal.
Extinción de flora y fauna: con el proyecto se impactará el área donde se albergan diversas especies, como por ejemplo árbol de ramón, cedro, ciricote, especies de mangle, especies de palmas; jaguar, ocelote, tapir, mono aullador, mono araña, especies de tortuga, tlacuache, cacomixtle, mapache, puma, cocodrilo, especies de serpientes, especies de murciélagos, especies de iguanas, guacamaya, flamenco, quetzal, tucán, gran variedad de aves residentes y migratorias, entre muchas otras, que están catalogadas como amenazadas, sujetas a protección especial o en peligro de extinción o que cuentan con protección especial por diversas normas.
En particular, se han señalado los graves impactos a la biodiversidad en la zona de Calakmul que causará el proyecto. Asimismo, entre los efectos más comunes de la infraestructura ferroviaria se encuentran los atropellamientos de fauna y el efecto de barrera, por lo cual los ecosistemas pierden conectividad. En particular, el proyecto podría interrumpir la conectividad del acuífero, poniendo en grave riesgo los manglares de la Península de Yucatán, especie que goza de una protección especial en el ordenamiento mexicano.