Acusa FAT discriminación y violencia económica del GCDMX; un viaje en Trolebús cuesta lo que 6 en concesionado
Los concesionarios del transporte público de pasajeros en la Ciudad de México, integrados en Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) dieron a conocer esta mañana la discriminación y violencia económica que el gobierno de la Ciudad de México ejerce contra ellos, al demostrar que el costo de mover a un pasajero en Trolebús –con un combustible más barato que la gasolina o diesel— es de 30.14 pesos, mientras que a ellos los tiene amarrados a una tarifa política de 5 pesos.
Nicolás Vásquez Figueroa, vocero de los transportistas, también responsabilizó a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum de las movilizaciones que realicen en los próximos días si es que no reciben una respuesta seria, objetiva y positiva a sus demandas, tras demostrar que el costo de mover a un pasajero en la Ciudad de México es muy superior a la tarifa actual.
Durante la rueda de prensa celebrada enfrente del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, sede del Gobierno de la Ciudad de México, Vásquez Figueroa y sus compañeros Francisco Carrasco, José Luis Tenorio y Enrique Hernández, entre otros, exhibieron la respuesta a una solicitud de información firmada por el gerente de finanzas del Servicio de Transportes Eléctricos, Raúl Humberto Ovalle Castañeda, el pasado 15 de diciembre de 2020.
En dicha respuesta a la pregunta “¿Cuál es el costo real por pasajero transportado?”, Ovalle Castañeda reveló que “el costo real por pasajero durante el 2020, en el caso del Trolebús es del $ 30.14 y para el Tren Ligero es de $ 27.45”.
Mientras que a la pregunta “¿Cuánto es el subsidio que se aplica a la tarifa?”, la respuesta fue: “El subsidio aplicado a la tarifa para el Trolebús es de $ 25.80 pesos y para el Tren Ligero de $ 22.45 pesos”.
Estas cantidades, expresó el vocero de los transportistas, ponen en evidencia la “inequidad en el trato, la discriminación hacia nuestro gremio, la insensibilidad a nuestras demandas, la manipulación del mensaje en contra nuestra y la violencia económica que el actual gobierno ejerce en contra de los concesionarios del transporte público de pasajeros”.
Los transportistas dijeron que existe una violencia económica en su contra porque mientras al Gobierno de la Ciudad le cuesta 30.14 pesos mover a un pasajero, a ellos los mantienen como rehenes políticos con una tarifa de sólo 5 pesos; es decir, que por el valor de un viaje-persona que transporta el sistema Trolebús, los transportistas concesionados deben transportar 6.
Además, que por pasajero transportado en el sistema Trolebús, el gobierno de la Ciudad le entrega un subsidio que equivale a cinco pasajes en el concesionado. “Entonces, aquí se puede ver la cantidad con la que nosotros subsidiamos a cada pasajero, pero, sobre todo, la gran inequidad en el trato que se nos está dando en el gobierno, porque ellos para mover a una persona necesitan 30.14 pesos y a nosotros no nos quieren aumentar dos, para llegar a 7 como mínimo”.
“Hablamos de violencia económica porque tenemos un rezago tarifario de 27 años que se ha sumado cada día a nuestras pérdidas cuando hemos sido los transportistas quienes subsidiamos con nuestro esfuerzo diario el costo del pasaje de los habitantes de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México”, agregó Nicolás Vásquez.
Existe una diferencia de 25.14 pesos entre el costo del pasaje en el Trolebús y lo que a nosotros nos obligan a cobrar, dijo Enrique Hernández. Y de esos 5 pesos que nosotros cobramos, tenemos que repartirlo para el pago de los operadores, el mantenimiento de las unidades, los gastos administrativos como tenencia, verificación, revista, pago de seguro, además de combustible.
Además, Francisco Carrasco preguntó a la Jefa de Gobierno y al público en general que si es justo que los transportistas concesionados reciban como contraprestación a su servicio, que mueve a más del 50 por ciento de los casi 33 millones de viajes-persona diarias en la Ciudad de México, apenas una sexta parte de lo que al Servicio de Transportes Eléctricos le cuesta movilizar a cada pasajero.
Los transportistas se reunirán el próximo lunes en asamblea general y si no hay una respuesta seria, objetiva y positiva a sus demandas de obtener una tarifa justa, determinarán qué día de la siguiente comenzarán sus movilizaciones en contra de la política de no verlos, no escucharlos y menos atenderlos de este gobierno, a quien responsabilizan de lo que ocurra.