AMLO sorteó el chubasco de alharacas. Los contratistas se rindieron
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FRANCISCO RODRÍGUEZ
Pocos ejemplos tan aleccionadores para la situación actual de México como esa tormenta de alharacas, esa batalla de denuestos financiada por la multinacional BlackRock y sus testaferros locales que se adueñaron del proyecto del aeropuerto faraónico y de las concesiones de explotación petrolera comprando a valor de regalo las adjudicaciones sin licitación de los depósitos en aguas someras para seguir saqueando a placer los vientres de los bitúmenes nacionales.
Ven amenazados sus intereses, descubiertas sus felonías y se retuercen como almejas en limón. Ya no hicieron daño, pero insisten en sembrar la duda, a base de cacerolazos y de silogismos embrutecedores, dirigidos a todos quienes se dejen.
Pocos ejemplos tan absurdos de la política de la ventaja, de la negociación de los asuntos fundamentales por encima del interés público. Pocos fracasos tan sonados como el que acaban de sufrir los intereses trasnacionales en México. En momentos en que los pueblos se debaten entre la sumisión definitiva y la independencia cabal.
Se demostró que tanto los subastadores de las rondas de hidrocarburos, surgidos del peñanietismo – salinismo – zedillismo, inventados de la nada para la ocasión, así como los concesionadores de los hubs aeroportuarios y las obras de luxe sobre terrenos enfangados piensan sólo en sus bolsillos y en los cuartazos de sus patrones imperiales.
La Bolsa volvió a subir; el petróleo, al alza; el dólar se estabiliza
Pocas batallas de papel en la casa de cristal tan fallidas como ese ligero chubasco que ayudó a fortalecer la conciencia de los mexicanos, a aguzar su proverbial inteligencia para discernir un manotazo extranjero de una decisión popular, afianzada en los auténticos sentimientos de la Nación. Pocos triunfos como el que acaba de pasar.
Pocos intentos tan fallidos para torcer el rumbo del nuevo régimen como el que acaban de escenificar quienes no representan a nadie, aparte de sus intereses, contra la voluntad mayoritaria que nuevamente se impuso. Pocas horas después del ridículo putsch, la tormenta se convirtió en chubasco, en aire fresco sobre el rostro de la libertad.
La tremenda y manipulada Bolsa de Valores a la premeditada baja, relanzó sus indicadores en pocas horas… el precio de la mezcla mexicana de petróleo alcanzó niveles no vistos desde hace una década… la moneda perdió sólo 20 centavos efímeros después de la algarada, y tiende a volver a su valor, a pesar de la embestida tripulada desde el Imperio.
Quiso ser un golpe de Estado, pero afianzó la mecánica de las consultas
Los bufones locales quedaron como el cuetero. Chiflando en la loma de la ignominia y el ridículo, demostrando que sus viejos trucos y amenazas de rancho ya no operan de manera alguna cuando se trata de poner a prueba el pulso de una Nación, sometida y explotada durante siglos por los mismos verdugos de su historia.
Lo que quiso ser un golpe de Estado se trastocó en un ejemplo para lo que sigue, incontenible: el poner siempre a consulta las decisiones para la sobrevivencia en materia de reservas monetarias, puñaladas energéticas a nuestro patrimonio, rumbo de la política agropecuaria y los programas de obras e inversiones para recomponer los desequilibrios regionales, en aras del desarrollo del mercado interno y la equidad.
Querían el fracaso anticipado. Obtuvieron el apoyo mayoritario a AMLO
Ni un solo paso atrás, ni pa’ tomar vuelo, es la consigna popular. Derrotar a los enemigos del progreso, poner un hasta aquí a los abusivos de la miseria, de la migración y de los derechos humanos. Salvaguardar las riquezas del pueblo, rescatar la dignidad perdida en manos de anexionistas sin escrúpulos.
Si querían azuzar, consiguieron unir; si querían soliviantar, fabricaron la muralla exacta para sus pretensiones. Si querían el fracaso anticipado, la derrota de la abdicación a los compromisos de campaña, consiguieron el apoyo mayoritario, pertinaz, al nuevo equipo que busca transformar al país. Se les volteó el chirrión por el palito.
El pueblo ya está vacunado contra el coro de plañideras que se fabrica al ritmo de los tambores imperiales de la guerra y la devastación. Que quiere y necesita fondos para fortalecer la hegemonía continental de lo insulso. Éramos los payasos de la feria y al parecer ahora seremos los dueños de nuestro destino.
El coro de intelectuales perfumados, al servicio de los empresarios
Si usted pensaba que habían salido a escena todos los bufones, se equivocó. Faltan muchos de la especie de otros que se quedaron a la cola, como material explosivo postergado para hacer daño en las mentalidades clasemedieras normalmente desinformadas y abrir un boquete para volverse a colar.
En el coro de plañideras faltaban los perfumados intelectuales, los que se sienten indispensables para rescatar a la pobre patria cuando tartamudea; los próceres de escritorio que son capaces de todo, de cualquier frase antes que perder la elevada importancia personal que se atribuyen.
Los que todavía creen que sus silogismos nacieron para cambiar el ritmo de un país y son los únicos capaces, así como suena, de medir la capacidad de respuesta, resistencia o empuje de los pueblos. Los que se cuelgan todas las medallas por poner el grito a destiempo. Los desastrados maestros de lo inocuo.
No representan a nadie. Sólo a sus intereses. Amos y señores de la ocurrencia inoportuna, de la impertinencia. Del latiguillo infame, del chilillo oportuno ante el pavor de los magnates por perder la plaza. Buscan recuperar el intersticio de siempre, por el que siempre se cuelan.
Concertar con los magnates no es cumplirle las promesas la pueblo
Son los del “peligro para México”, los que hace poco, ante el desastre electoral, fueron contratados por empresarios y pripanistas para dar el último jalón a las campañas de denuesto. Y fracasaron, igual que las multinacionales digitales de Cambridge Analytics que quebraron por querer utilizar los padrones electorales para sembrar el desánimo, para incidir en el voto, para inflar “independientes”, para destrozar los registros de las votaciones.
Refugiado en una Universidad católica argentina, el francotirador y mercenario Antonio Sola, arremete contra el elegido. Dice que ponerse a gobernar fue el peor error de López Obrador. Se desgastará, apuñala. No tendrá espacios para la concertación, agrega.
Como si ese desatinado concepto de concertación fuera el obligado paso ante los magnates para cumplirle las esperanzas al pueblo. No cabe duda: él y la dichosa concertación sirven para un barrido y un trapeado. No se puede luchar sólo con ditirambos ni sólo con expectores gramaticales de contentillo.
Valadés, amenazado por los peñistas. Revelaría sus riquezas en Texas
¿Desde cuándo necesita negociar con los magnates quien ha llegado con él apoyo absoluto de la sociedad a gobernar? ¿Desde cuándo es un error tomar las riendas ante el vacío de poder que dejan Peña Nieto y sus secuaces por miedo al castigo popular? ¿No era peor error el haber desertado a responder a los atracos?
Acá en el rancho grande, desde el interior de las páginas de una revista tradicionalmente combativa hoy en busca de su supervivencia a base del subsidio gubernamental, el constitucionalista Diego Valadés se atreve a decir que no se tiene proyecto político, quizá porque no lo han incluido en las nóminas.
Carraspea que el gabinete y el Congreso en manos de Morena han dejado solo al hombre y que así va al fracaso. ¿Será que se siente acorralado por el peñanietismo que siempre lo amenazó con incautarle los fondos en Texas, a cambio de que dejara de escribir en los diarios?
Todo responde a intereses particulares. A nadie le importa un pito lo que sucede. Lanzan silogismos desesperados en busca de contratos y prebendas. Quieren volver a ser los que truenan el chicharrón, los que parten el bacalao, aunque sus teorías corren el riesgo del gusano en el gallinero.
El desafinado canto de las sirenas ya no cautiva a los mexicanos
Todos juntos, a garantizar el triunfo. El ejemplo de constancia y madurez ha sido dado. Esas sirenas que cantan leen el libreto equivocado, es el guion que prepara todos los zarpazos. Las sirenas ya están desafinadas, no cautivan a nadie.
Ven la auténtica avalancha y no la quieren reconocer. Para ellos lo primero es salvar su palmito ninguneado.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Y ahora resulta que el fallido NAIM texcocano también sirvió para que vivales distintos a los mexiquitas defraudaran a inversionistas. Es el caso de Felipe Olvera Cárdenas, quien convenció a un empresario para invertir más de tres millones de pesos, mediante un convenio con una empresa que ya estaba liquidada. De acuerdo a la denuncia del afectado, el imputado aseguró que había ganado una licitación para las empresas GTMX CARGO SA DE CV y Construcciones de Ferrelo SA de CV, para trabajos en el NAIM, pero argumentó que le faltaba capital y fue entonces que en 2017 convenció al inversionista en formar una sociedad y realizar un reparto equitativo de las ganancias. Luis Miguel Campos Jr., abogado del empresario defraudado explicó que pese a la denuncia y los datos de prueba aportados en la carpeta de investigación CI/FCH/CUH-6/UI-1S/D/2647/12-
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