Ana Guevara, fugaz ‘Espada de Damocles’ del deporte mexicano

Ana Guevara, fugaz ‘Espada de Damocles’ del deporte mexicano

Luz Acosta recibió la presea de bronce reasignada por dopaje en Londres 2012. Fue premiada por Olegario Vázquez (izquierda), miembro del Comité Olímpico Internacional, acompañada de Ana Guevara y Carlos Padilla.

 

+Al frente de la Conade, advierte, hará “las cosas distintas”

+Habla en el marco de la Asamblea Anual Ordinaria del COM

+Tres minutos de tensión, cuando habló Ricardo Contreras, presidente de la Federación Mexicana de Boxeo

+Luz Acosta, después de seis años, recibió la medalla olímpica de bronce  de Londres 2012   

Jesús Yáñez Orozco

Ciudad de México, 16 de noviembre (Balón Cuadrado).- Día frío. Augura crudo invierno. Ambiente gélido. El hielo se podría morder y escuchar cómo crujía. Pero se entibió durante tres minutos, cuando hizo uso de la palabra. Su voz plañidera, amenazante suplica, retumbó en las paredes del salón de Asambleas del Centro Deportivo Olímpico Mexicano. Ahí, inamovible, férreo, fantasmal, el control del deporte mexicano por la familia Vázquez Raña a lo largo de más de 40 años, a la oscura sombra del PRI.

Y, de Morena, a partir del próximo 1 de diciembre.

Cambios para seguir igual…

…o peor.

Miraba, estupefacto, cerca de un centenar de miembros del Comité Olímpico Mexicano, durante su fútil asamblea en el CDOM.

Aparte, un puñado de periodistas observaba la escena, impávido, en el lobby del recinto una pantalla gigante de televisión. Hace tiempo no tienen acceso al cónclave que se realiza desde mediados de la década de los 70s.

Era Ricardo Contreras. Polémico presidente de la Federación Mexicana de Boxeo Amateur, hace más de 20 años –vinculado al PRI, partido en el poder durante casi ocho décadas–. Rostro cetrino. Se dirigía a Ana Gabriel a Guevara, quien prometió, tras su retiro como brillante atleta, y medallista olímpica, en 2008, que acabaría con los presidentes corruptos de federaciones y directivos, una vez al frente del deporte oficial.

A partir del 1 de diciembre hará realidad su sueño.

Quizá pesadilla.

Será responsable de lidiar con la rifa del Tigre, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), y se convertirá en una especie de Espada de Damocles. Luego, en entrevista, Guevara, coincidió que se vienen “tiempos de cambio” y que, confesó, hará “distintas las cosas” al frente del deporte oficial. No precisó cómo. Sus siete antecesores en el cargo han dicho algo similar.

También diputada federal, estaba como invitará especial en la rimbombante asamblea anual del COM. La encabezaban, además de la medallista, Carlos Padilla, su presidente, Olegario Vázquez Raña, presidente honorario del Comité Olímpico Internacional y presidente vitalicio del Comité. Además, su hijo, Olegario Vázquez Aldir –también miembro del COM– será uno de los poderosos empresarios del consejo de asesores del presidente electo.

El 16 de septiembre de 2016, AMLO, lanzó un twitazo:

“Olegario Vázquez Raña e hijo, que encarnan la corrupción, me atacan en su inmundo pasquin (diario Excélsior) por la quinta que heredé de mis padres en Palenque”.

Veteranos reporteros esperaban un manotazo del sector femenil de deporte. Similar a lo que ocurre en la Conade. Que, por primera vez en 30 años, dirigirá una fémina: que las mujeres tuvieran mayor injerencia en las directrices den COM que durante 40 años han manejado varones, con más pena que gloria. Son considerados una especie en extinción,  saurios del deporte nacional.

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“Tome en consideración…”, lanzó, de entrada, Contreras, a la legisladora. Y el ambiente se crispó más.

Olía a confrontación.

Pero no. Era el afán protagónico que siempre ha caracterizado a Contreras.

Se escuchó un suspiro –de “ahhhh”– casi inaudible, de tranquilidad, cuando agregó, conciliador:

“Somos una gran fuerza, pero unidos”.

Alfredo Castillo Cervantes, actual titular de la Conade, intentó, por corrupción y desvío de fondos, encarcelar a varios presidentes de federaciones desde que asumió el cargo en 2015. Llegó en lugar de Jesús Mena Campos, medallista olímpico. Al que sí mandó a prisión fue a Antonio Lozano, presidente de la Federación Mexicana de Atletismo. También se confrontó con atletas y medios de comunicación.

En 15 días, Castillo terminará su gestión.  Contreras era otro que estaba en su mira telescópica para enviar a prisión. También se encuentra en la de Ana.

Por eso advirtió:

“Hemos vivido muchas vicisitudes”.

Y suplicó:

“No vuelvan a ocurrir”.

Dócil, Contreras, colocó sobre la mesa, un “ejército de voluntades” en favor del deporte nacional al frente de las federaciones.

Siguió su ditirambo:

“Pero pocas veces se reconoce”.

Sólo faltó que se soltará cómo plañidera.

Justificó, lacónico:

“Mi comentario es una crítica constrictiva”.

Y en un acto innoble, remató:

“Estamos para ayudarle en su gestión”.

Ana se mantuvo impávida en su asiento. Ni una ceja movió.

Hubo aislados aplausos. Desangelados. Virtual granizo sobre un techo de lámina galvanizada. Una forma de reproche. Simbolizo estruendoso silencio.

Él ni se inmutó.

Previamente, Carlos Padilla, advirtió que con la llegada a la presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador, atisba “tiempos de cambio”.

Donde el deporte, reflexionó, “es clave en la transformación de la vida pública”. Puntualizó que el COM es un organismo que “respeta y se hace respetar” para estar a la “altura de los tiempos”.

Y puntualizó, demagógico:

“Debemos renovarnos para renovar”.

Porque, argumentó, las políticas de gobierno y el desarrollo de la sociedad tendrán en el COM “un aliado importante”.

Abundó que “en nuestro país, el olimpismo ha demostrado capacidad para organizar junto con el gobierno y la sociedad, los más importantes eventos deportivos y culturales de la historia reciente”.

Padilla Becerra informó que se está por terminar los trabajos de modernización del estatuto jurídico, el cual será el instrumento adecuado para participar en la “transformación de México” y responder a la agenda 2020 del Comité Olímpico Internacional (COI).

Una vez concluido el acto protocolario, los integrantes del COM se trasladaron a la Plaza Olímpica Mario Vázquez Raña –dentro del CDOM–, personaje que ejerció un férreo control del deporte mexicano durante 40 años, hasta su muerte en 2015. Contreras era uno de sus incondicionales.  Herencia que tomó gustoso Olegario.

Ahí, Luz Acosta, sonriente, después de seis años, recibió la medalla olímpica de bronce  de Londres 2012. Fue en la prueba de halterolia, categoría 63 kilogramos, luego de la descalificación, por dopaje, de tres atletas –una rusa y una turca–.

Así, suman 71 medallas de México en su participación en juegos olímpicos, que contrastan con las 220 –77 de ellas de oro– de la pequeña isla de Cuba.

Emotiva ceremonia.

“Después de mi retiro del alto rendimiento, con 22 años de carrera, sentía como que le quedaba a deber algo a las pesas. Me sentía vacía porque no habíamos logrado los objetivos que nos planteamos”, reflexionó Luz Mercedes, originaria de Sonora.

Aunque aseguró, emocionada, a punto del llanto, que con este reconocimiento, “se hizo justicia”.

Para ella existen muchos atletas con el sentimiento latente de haber podido hacer algo más por su respectiva disciplina y que “a veces” no se logra “por culpa de terceros o temas externos”.

Y, acompañada de un suspiro,  escupió la palabra más conocida en la sociedad mexicana:

“Corrupción”.

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(Ana Guevara, mientras escuchaba a Ricardo Contreras)

Entre los reporteros existe la opinión generalizada de que Ana Gabriela sólo estará dos años al frente de la Conade. Estiman que en 2020 se postulará como gobernadora por Sonora, en lugar de Claudia Pavlovich, quien estuvo presente en la entrega de la presea  a Luz.

Luego de concluido el acto, Ana, fue abordada por una nube de reporteros. Interrogada,  anticipó que hará cambios al asumir riendas de Conade.

Eso sí, a 16 días de tomar las riendas de la Comisión,  la ex atleta no reveló cuál será su método de trabajo para cambiar la realidad del deporte mexicano, pero insistió en la optimización de los recursos.

Con 1.73 metros de estatura y tacones de 10 centímetros, miraba desde lo alto de su aguileña nariz a la mayoría de periodistas. Efecto psicológico de superioridad. Vestía abrigo multicolor con leyendas en inglés.

“No voy hablar nada de la línea de trabajo. Faltan días para tomar posesión de la dirección (Conade), pero con mucho interés de hacer cambios. Carlos Padilla (presidente del COM) daba un poco de línea de que vienen tiempos de cambios. Queremos hacer las cosas de manera distinta”, adelantó.

La todavía diputada federal y ex senadora, puntualizó:

“El deporte debe transitar de manera distinta. Ejemplos como el de Luz Mercedes dan muestra de que tenemos muchas posibilidades. Esos mitos y esas limitantes que de repente se enquistan en nuestro deporte dan muestra de que tenemos alcance”.

No verbalizó dos palabras innombrables:  corrupción e impunidad.

Refirió que de la misma manera como lo dijo López Obrador, en su visita al COM, hace un par de meses, habrá total disposición para colaborar y apoyar de manera mutua, “hacer equipo” y optimizar los recursos para tener mejores resultados.

En relación a la entrega del Premio Nacional de Deportes 2018, este mes, cuando por reglamento sería en diciembre, la ex atleta sonorense abundó que no tienen injerencia en ese tema y si lo van a entregar es por interés personal del presidente,  Enrique Peña Nieto.

“Hay mucho que arreglar en torno a ley. Más allá de que lo vayan a entregar en la fecha, debemos contemplar ampliar más los tiempos, porque se quedan afuera otros atletas que lo merecen”, consideró.

Respecto a la cancelación del juego de NFL en México, mencionó que “deja un hueco” en la afición, y se puede continuar para el próximo año, “creo que no perturba, motivos tendrán por haberlo cancelado, pero ya se verá en un futuro”.

Eso sí, reiteró, mientras no sea un gasto oneroso.

Durará dos años el reinado de la Espada de Damocles de Ana.

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