Cuando los padres secuestran a sus hijos ¿Qué es la sustracción de menores y la alienación parental?
• Lucas y Nicolás llevan 9 meses secuestrados por su Padre, y el Juez se niega a ordenar su búsqueda y localización
La sustracción de menores y la alienación parental son fenómenos que desgraciadamente son sumamente comunes en México, con cifras crecientes año con año y con un saldo inminentemente negativo para los menores que se encuentran atrapados en medio de los conflictos que se generan entre sus padres.
Según cifras del INEGI y de las asociaciones ‘MAAS INFANCIA FELIZ’ y ‘MIL PELOTAS PARA TI’, especializadas en buscar soluciones a favor de los menores que se ven inmersos en este tipo de casos, en México se dan 428 divorcios diarios, de los cuales 9 de cada 10 son judicializados, es decir, que presentan un conflicto entre los padres que tiene que ser resuelto por un juez, lo que de forma inequívoca genera afectaciones psicoemocionales en los hijos de la pareja.
Separar a un hijo menor de edad de uno de sus padres a través de un divorcio legal, es una situación que en los últimos diez años ha alcanzado a alrededor de 1millón 200 mil niñas, niños y adolescentes, dañando su sano desarrollo, identidad y amor propio, lo que junto con otros factores biopsicosociales, dañan el tejido social por las afectaciones que sufre su esfera natural de desarrollo.
En 2017 hubo alrededor de 127 mil 300 niños y niñas que se vieron inmersos en la batalla legal entre sus progenitores. En 2018, según el INEGI, hubo 156 mil 556 divorcios totales en México, obviamente sin contar las separaciones de las parejas que no están casadas pero que sí tienen hijos.
En medio de situaciones como éstas, los casos de sustracción de menores por parte de uno de sus progenitores son cada vez más frecuentes. Hoy la sustracción de menores en México representa el 70% de los casos de niños desparecidos, y según la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, en alrededor del 65% de los casos, la sustracción es realizada por alguno de sus padres.
En lo que toca a la alienación parental, es un fenómeno muy común en parejas divorciadas, también con afectaciones importantes para los menores. Es un proceso de manipulación parental sistemática, a través del cual un niño se aleja de un padre, como resultado de la manipulación psicológica del otro progenitor. El alejamiento del niño se manifiesta a través del miedo, falta de respeto u hostilidad hacia el otro progenitor.
La alienación parental y la sustracción de menores, cuando se dan en medio de un proceso de divorcio van de la mano, generando consecuencias psicológicas graves para los menores. Es importante señalar que los progenitores que realizan la sustracción de los menores y la alienación parental, generalmente son diagnosticados con riesgos de trastornos mentales, falta de seguridad y agresividad latente.
Este es el caso de los pequeños Lucas y Nicolás, quienes llevan ya nueve meses secuestrados por su padre, Guillermo Cebrián Sánchez; el Juez 37 de lo Familiar, José Antonio Navarrete, por negligencia, indolencia y actuando de forma parcial a favor del Padre, se niega a ordenar la búsqueda y localización inmediata de los menores, lo que ha generado una total falta de justicia para los hijos y para la madre, Elisa Isla, quien legalmente posee la “guardia y custodia definitiva” de los menores.
Es en este contexto que tanto la Madre como el Abogado de los menores, hicieron un llamado al juez José Antonio Navarrete, para que deje a un lado la parcialidad a favor del padre de los menores, Guillermo Cebrián, y tome cartas en el asunto, pues con medidas evasivas y acuerdos improcedentes, de forma sistemática le ha dado la vuelta a las peticiones hechas por la Madre y el abogado Clemente Sandoval Leyva, desamparando a los menores y poniendo en duda su actuación como juzgador.
Es importante destacar que aunque los menores tienen ya prácticamente nueve meses secuestrados, sin noticias sobre su estado de salud y con dictámenes que ponen en duda la salud mental del Padre, el juez Navarrete no ha girado órdenes para que la Policía Especializada proceda a la búsqueda, localización y detención de los pequeños.
El juez 37 de lo Familiar, José Antonio Navarrete, se ha prestado a dos intentos de otorgar la ‘Guardia y Custodia’ a favor del Padre, a sabiendas que los niños están alienados y que peligran con el progenitor quien se niega a tomar las terapias ordenadas por la Sala correspondiente. Esto aunado a que el personal del Juzgado en vez de actuar con imparcialidad incluido el Juez, asesoran al Padre para burlar la ley, en agravio de los menores y de su Madre.
Las decisiones del juez Navarrete son siempre a favor del Padre, pasando por alto el dictamen del Instituto de Ciencias Forenses, en el que se señala que Guillermo Cebrián Sánchez, ejerce violencia y alienación parental en contra de los menores, además de que hay rasgos en él de posible trastorno mental que ponen en riesgo a los infantes.