Cuanto más cruel y desafiante, más quieren los republicanos al presidente Trump
Todavía no alcanza la popularidad de Ronald Reagan, pero el presidente Donald Trump ha alcanzado ya el 90 por ciento de la aprobación de los votantes republicanos, según un informe del New York Times con datos de la encuestadora Gallup. Comenzó su gobierno con cerca del 90%, pero fue bajando hasta tener menos del 80% del apoyo, pero en los últimos meses, el presidente Trump ha alcanzado el 90%, superando en popularidad a George W. Bush en su mejor momento.
Ciudad de México, 26 de Junio (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-Todavía no alcanza la popularidad de Ronald Reagan, pero el presidente Donald Trump ha alcanzado ya el 90 por ciento de la aprobación de los votantes republicanos, según un informe del New York Times con datos de la encuestadora Gallup. Comenzó su gobierno con cerca del 90%, pero fue bajando hasta tener menos del 80% del apoyo, pero en los últimos meses, el presidente Trump ha alcanzado el 90%, superando en popularidad a George W. Bush en su mejor momento.
Animado por este apoyo de las bases conservadoras, Trump lanzó ayer otra andanada de ataques contra los que lo critican.
El turno fue de la congresista demócrata Maxine Waters, a la que advirtió, después de que la legisladora incitara a sus seguidores a acosar a los miembros del gabinete en lugares públicos, como ocurrió la semana pasada con la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, cuando decidió abandonar un restaurante mexicano donde cenaba, tras ser abucheada e insultada por los comensales.
“La congresista Maxine Waters, una persona con un coeficiente intelectual extraordinariamente bajo, se ha convertido, junto con Nancy Pelosi, en el rostro del Partido Demócrata. Acaba de pedir que hagan daño a los seguidores del Make America Great Again, de los cuales hay muchos”, escribió Trump en Twitter, que remató con un inquietante: “Ten cuidado con lo que deseas”.
Asimismo, cargó contra un restaurante de Lexington (Virginia), el que el viernes se negó a servir la cena a la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, y a su familia.
“El restaurante The Red Hen debe centrarse más en la limpieza en lugar de negarse a servir a una buena persona como Sarah Huckabee Sanders”, señaló. “Siempre tuve una regla, si un restaurante está sucio por fuera, ¡está sucio por dentro!”, añadió.
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