El calor reduce hasta 80% la producción espermática
La exposición de los genitales masculinos a altas temperaturas disminuye la producción de espermatozoides hasta en un 80%. Anatómicamente los testículos están ubicados en el escroto, que está formado por tejido adiposo, mismo que funciona como disipador de calor, esto permite que la temperatura en esta zona sea entre 2ºC y 4ºC menos que en el resto del cuerpo.
El calor tiene un efecto que inhibe la capacidad espermática. Según estudios científicos, exponer a los testículos a una temperatura superior a 43ºC por media hora provoca la muerte de las células germinales y la disminución significativa de espermatozoides en la eyaculación. La temperatura elevada desestabiliza y altera el ADN espermático que minimiza la capacidad reproductiva masculina.
Las variaciones en la temperatura testicular pueden ser causadas por problemas internos y externos. Entre los internos el más común es el varicocele, una condición que inflama las venas del escroto y si éstas llegan a crecer mucho, provocan que la temperatura esté por encima de lo normal.
Entre las causas externas se encuentran hábitos como usar ropa ajustada y térmica, visitar frecuentemente baños de vapor o saunas, así como hacer con mucha frecuencia deportes que generen fricción en los genitales, como el ciclismo. También, hay actividades relacionadas con la vida laboral como, estar mucho tiempo sentado o el uso prolongado – cerca de la zona genital- de objetos electrónicos como laptops o celulares, que aumentan el riesgo de sufrir infertilidad.
Los artículos electrónicos, además de ser una fuente de calor, se conectan a diferentes frecuencias en las que se crean campos electromagnéticos que perjudican la reproducción masculina. En este caso, la función testicular es susceptible a los campos pues interfieren la proliferación y mitosis de las células madres espermáticas.
“Para evitar que la temperatura se convierta en un problema de infertilidad es recomendable usar ropa interior holgada y realizar con menos frecuencia actividades que contribuyan a que los testículos estén pegados al cuerpo, así como disminuir el uso de electrónicos que produzcan calor en la zona genital”, indicó la Dra. Victoria Marchese, Bióloga de la Reproducción.
La infertilidad masculina no necesariamente significa esterilidad, por eso es necesario el diagnóstico certero de un especialista en biología de la reproducción, que realice las pruebas correspondientes para recibir un tratamiento adecuado y proporcione la orientación necesaria.