Estilo de vida saludable y ejercicio pueden reducir 40% casos de cáncer
La modificación del estilo de vida, como dejar de fumar, seguir una dieta saludable, consumir alcohol con moderación, evitar la exposición a los rayos ultravioleta y hacer ejercicio cada día, puede reducir hasta en 40 por ciento los casos de cáncer en general, pues son acciones que impactan favorablemente en la prevención, señaló el Doctor Homero Fuentes de la Peña, oncólogo clínico de Tijuana.
Lo anterior adquiere mayor importancia puesto que sabemos, según la perspectiva del Global Cancer Observatory (Globocan), que se vislumbra un incremento importante de pacientes con cáncer, estimado para el año 2030. Si a esto le agregamos la compactación o reducción de recursos destinados al sector salud, el 2020 indudablemente será un año de muchos retos, explicó.
Hay muchas personas que, de manera inconsciente, “no hacen un estilo de vida saludable, particularmente en lo que comen, y tienen una baja actividad física”. Por ello, aseveró, lo que debe hacerse para reducir la posibilidad de tener cáncer “es llevar un estilo de vida saludable e incrementar la actividad física para disminuir la mortalidad por cáncer en general, con medidas que vayan a la prevención y al diagnóstico temprano”.
A esto debe agregarse la toma de pruebas de detección temprana, que son parte de los hábitos que todas las personas pueden adoptar.
El Dr. Homero Fuentes de la Peña, oncólogo clínico del Centro Oncológico Internacional, atiende a pacientes con diferentes tipos de cáncer: de mama, de próstata, de pulmón, colo-rectal, de ovario, testículo y páncreas, haciendo el diagnóstico y llevando el tratamiento correspondiente.
“De manera un tanto curiosa, porque el tumor de páncreas no es de los más comunes, en este año he atendido a muchos pacientes con este padecimiento, por lo menos a un paciente por mes de primera vez; antes veía a 2 o 3 cada 6 meses. Este cáncer es más común en hombres que en mujeres en una relación de 2 a 1”, dijo.
En general, agregó, los pacientes con cáncer de páncreas llegan con el oncólogo cuando la enfermedad está muy avanzada, debido a que la sintomatología que puede dar, no es fácil de detectar. “Este es justamente el problema: no se da una sintomatología temprana, el páncreas no es un órgano accesible en el que puedas hacer un estudio y lo detectes, razón por lo que la sospecha diagnóstica que lleva a un diagnóstico temprano sea poco frecuente y por lo tanto los pacientes con este padecimiento lleguen en etapas avanzadas al especialista.
Así, acuden a consulta “cuando se están poniendo amarillos, cuando tienen dolor (el 90 por ciento de los pacientes tienen dolor importante), o cuando tienen algún síntoma. Y regularmente cuando esto sucede, es porque el cáncer de páncreas ya está avanzado”. El pronóstico de los pacientes es desafortunadamente malo para la función del páncreas y de la vida misma.
Hace algunos años la expectativa de vida era de 3 a 4 meses, “pero hoy en día, contamos con mejores herramientas terapéuticas para tratarlo y se pueden lograr mejores índices de respuesta”.
Tal es el caso con el medicamento nanotecnológico Abraxus®, para suspensión inyectable (paclitaxel unido a albúmina en una formulación de nanopartículas), que, junto con Gemcitabina, mejora la supervivencia global y la calidad de vida, por lo que representa un nuevo estándar de tratamiento en cáncer de páncreas metastásico.
“Reduce el dolor, el vómito y otras manifestaciones que afectan mucho la vida y en general prolonga el tiempo de supervivencia. En mi experiencia con este medicamento en este año, a 5 pacientes les ha ido muy bien”, explicó.
En cuanto a la Asociación ProOncavi (Pro Oncología y Calidad de Vida), que preside el Dr. Homero Fuentes de la Peña, señaló que tiene como objetivo general brindar de manera gratuita herramientas a la población para que reduzca los riesgos de padecer cáncer, a través de un proceso integrado por 4 pasos metodológicos: información, sensibilización, movilización y concientización.
Las áreas de acción de ProOncavi son la prevención y la reducción de riesgos para contraer cáncer, brindar apoyo en terapia complementaria a los pacientes (por ejemplo con apoyo psico-emocional, espiritual, lúdico, musicoterapia, yoga), y utilizar recursos complementarios para impulsar el diagnóstico temprano del cáncer en general.