Impacto de la enfermedad mental y física de los empleados supera los ataques cibernéticos
- Un tercio (33.5%) de las organizaciones informaron que se enfrentan a interrupciones por incidentes de salud
- La encuesta global de BCI y BSI revela que la salud mental y física de los empleados supera a los ataques cibernéticos para convertirse en la interrupción más frecuente en los negocios en los últimos 12 meses
- A pesar de ello, las organizaciones se preocupan más por los ciberataques que cualquier otro riesgo.
- El impacto del cambio climático y los desastres naturales les cuesta a las empresas un promedio de más de €1 millón por incidente
La mala salud de los empleados se ha convertido en la causa más frecuente de interrupción de las empresas de todo el mundo, superando los ataques cibernéticos por primera vez desde 2014. Esto es según la última encuesta global de 665 empresas realizada por BCI (Instituto de Continuidad de Negocio) y BSI (British Standards Institution) en su noveno Reporte anual Horizon Scan.
Este reporte pregunta a las organizaciones sobre las interrupciones que han experimentado en los últimos 12 meses y los riesgos para los que se están preparando en el próximo año.
Un tercio (33.5%) de las organizaciones informaron que se enfrentan a interrupciones por incidentes de salud, que incluyen enfermedades físicas causadas por las condiciones de trabajo, así como enfermedades mentales y estrés. La frecuencia de los incidentes, junto con el impacto perjudicial significativo que este tipo de incidentes tiene en las organizaciones, obtuvo un puntaje de riesgo que eliminó las interrupciones de TI y telecomunicaciones por primera vez en seis años como la principal causa de interrupción del negocio. Esto debería causar una preocupación creciente sobre las amenazas al bienestar de los empleados y la importancia de la salud de los mismos para garantizar que una organización continúe prosperando.
En particular, cuando se les pide que evalúen los riesgos que enfrentarán durante los próximos 12 meses, las organizaciones no reconocen el impacto potencial de los incidentes de salud en sus empresas. Clasifican la amenaza como la Décimo quinta más importante, y siguen preocupados por los ciberataques, la filtración de datos y las interrupciones de TI.
Rachael Elliott, Head of Thought Leadership en BCI, comentó: “La conclusión principal del informe de este año es que las empresas se preocupan más por los ataques cibernéticos que por la salud de sus empleados. A pesar del creciente impacto que las enfermedades tienen en los negocios, las organizaciones simplemente no enfrenan la amenaza que esto representa”.
Otros hallazgos significativos en el reporte de este año incluyen el creciente impacto del cambio climático en la continuidad del negocio. Las organizaciones informaron que el costo promedio de lidiar con un desastre natural o un evento climático extremo es ahora de más de €1 millón por incidente.
La investigación, realizada en los últimos dos meses de 2019 antes del brote de COVID-19, colocó la “enfermedad no ocupacional” en el fondo (21 de 22) de las amenazas para las que las empresas se estaban preparando en el próximo año. La reciente propagación del Coronavirus (COVID-19) destaca la importancia de prepararse para lo inesperado.
El reporte Horizon Scan de este año, muestra una tendencia hacia una mayor adopción de estándares internacionales, como ISO 22301 Security and Resilience-Business Continuity Management Systems-Requirements. Los datos proporcionan evidencia que sugiere que las organizaciones certificadas según el estándar generalmente experimentan menos incidentes que aquellas que no están certificadas.
El Director Ejecutivo de BSI, Howard Kerr resalta que “A medida que crecen las presiones sobre las empresas, los incidentes como el brote continuo de Coronavirus continúa capturando los titulares, es importante que las organizaciones no pierdan el foco en los riesgos habituales del negocio.
“Los problemas pequeños pero frecuentes como los problemas con la salud y el bienestar de los empleados, pueden sumarse y causar una interrupción significativa y una amenaza para la capacidad de recuperación de la organización. Es alentador ver el papel que juegan los estándares internacionales para ayudar a las organizaciones a anticipar los riesgos, prepararse para ellos y, en última instancia, adaptarse al cambio”.
Fuentes: BSI Group y BCI Horizon Scan 2020.