Infecciones fúngicas invasivas de alto riesgo afectan a pacientes con sistema inmune débil
Todos hemos oído sobre las infecciones por hongos, y pensamos en hongos en las uñas o en candidiasis oral o vaginal, pero realmente existe un grupo de infecciones fúngicas mucho más agresivas e invasivas que afectan sobre todo a quienes tienen el sistema inmunológico debilitado, pacientes con trasplante de médula ósea, hematológico (leucemia, linfoma, mieloma), VIH, pacientes críticamente enfermos en el hospital.
Se trata de infecciones fúngicas, entre las que destaca la aspergilosis, que tiene una tasa de mortalidad media mayor del 50 por ciento, en parte debido a la dificultad para realizar un diagnóstico temprano y seguro de este tipo de infecciones, aseveró el Dr. Luis Ostrosky-Zeichner, Profesor de Medicina y Subdirector de Atención de la Calidad de la Salud e Infectólogo de la Escuela de Medicina McGovern de la Universidad de Texas.
La aspergilosis ocupa el segundo lugar entre las enfermedades fúngicas invasivas causadas por hongos oportunistas, “estimándose la frecuencia entre el 5 y el 20 por ciento, con una tasa de mortalidad que llega a estimarse entre 70 y 90 por ciento”, explicó.
Éste es un grupo de pacientes con riesgo de que los hongos que generalmente tienen en su cuerpo se vuelvan invasivos y propicien una infección de muy alto riesgo y mortalidad. Las infecciones fúngicas son cada vez más frecuentes, y se presentan, por ejemplo, en pacientes con cáncer hematológico quienes, al recibir quimioterapia, bajan sus defensas y llega un agente oportunista del medio ambiente, un hongo, que puede causarles la muerte.
El abordaje médico idealmente debe ser multidisciplinario, trabajar en equipo, con el infectólogo, sospechar que el paciente pueda tener una infección por hongos y después trabajar con el laboratorio de microbiología para identificar estos organismos y hacer el diagnóstico. “Las nuevas estrategias de tratamiento incluyen profilaxis, terapia preventiva y terapia empírica”, manifestó. El Dr. Luis Ostrosky-Zeichner dijo que este tipo de hongos “generalmente son muy agresivos, por lo que, en el mejor de los casos, las tasas de curación que se obtiene con los mejores medicamentos van del 50 al 80 por ciento”.
Por su parte el Dr. José Arturo Martínez Orozco, Infectólogo e Internista, Jefe de Infectología y Microbiología Clínica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), señaló que la aspergilosis está en todos lados: en el polvo que respiramos, y en casi todos los sitios en donde estamos, “pero no necesariamente nos va a causar enfermedad. La situación es que cuando se está sensible, con las defensas bajas, en ese tipo de pacientes se puede presentar la enfermedad, sobre todo a nivel pulmonar y respiratorio, pues el hongo ingresa al organismo por las vías aéreas”.
En el INER, agregó, se hizo un estudio en pacientes con aspergilosis, que corresponden al 38 por ciento del total de casos con infecciones fúngicas. Se encontraron más de 150 casos en un periodo de 5 años, siendo las características más importantes que se trata de pacientes con daños pulmonares, con EPOC y con diabetes, además de pacientes oncológicos y trasplantados.
El reto para los especialistas es identificar a los pacientes que tienen riesgo de contraer la aspergilosis. Entre los síntomas destacan la sensación de falta de aire, disnea, tos, a veces presencia de sangre al expectorar, “pueden presentar un cuadro de dificultad respiratoria”. Este padecimiento puede ser muy severo en pacientes que no pueden producir una respuesta inmunitaria adecuada; si no se establece un tratamiento en las primeras 72 horas, el riesgo de muerte es del 60 por ciento. Por eso es muy importante identificar a tiempo a los pacientes, con base en su cuadro clínico, hacer el diagnóstico e iniciar el tratamiento.
En cuanto a la mucormicosis, el Dr. José Arturo Martínez Orozco señaló que es una enfermedad infecciosa, producida por hongos que ingresan a los senos paranasales, el cerebro o los pulmones, y se presenta en algunas personas con un sistema inmunitario debilitado. La mucormicosis se caracteriza porque los hongos que la causan están presentes en alimentos, aunque también se pueden inhalar del aire que respiramos. “Por ejemplo, los diabéticos presentan a veces condiciones propicias para el desarrollo del hongo, por tener la glucosa elevada”.
Es una de las pocas emergencias de la especialidad en infectología y tiene buen pronóstico “si se detecta a tiempo, aunque involucra tratamiento quirúrgico y la participación eventualmente de especialistas en cirugía y en neurocirugía”.
En resumen, la aspergilosis es una enfermedad mortal si el paciente no recibe tratamiento antifúngico efectivo. La mucormicosis es una infección menos frecuente, pero con una importante mortalidad asociada. La diabetes descompensada ha sido, históricamente, el principal factor de riesgo para desarrollar esta infección.
En este marco la Dra. Mónica Martínez Revelles, gerente médico de Grupo Biotoscana, presentó a isavuconazol, nueva terapia de última generación para pacientes adultos con aspergilosis invasiva y con mucormicosis. “Debido a la baja frecuencia de estas infecciones, isavuconazol fue designado como fármaco ‘huérfano’ el 4 de junio de 2014 (para mucormicosis) y el 4 julio de 2014 (para aspergilosis), añadió.
La evidencia científica disponible hasta el momento sobre la eficacia de isavuconazol para el tratamiento de la aspergilosis y para la mucormicosis proviene de dos estudios pivotales: SECURE (14) y VITAL (23) respectivamente.
Se concluye que Isavuconazol es una alternativa a voriconazol en el tratamiento de la aspergilosis invasiva. Los resultados del ensayo clínico parecen sugerir un mejor perfil de seguridad para isavuconazol, que es el único azol aprobado para tratamiento de mucormicosis. El uso de isavuconazol debe ser evaluado en función del contexto clínico del paciente, el perfil de seguridad del fármaco y el contexto epidemiológico de sensibilidades antifúngicas.
El Lic. Alonso Zugarazo Valera, director general de Grupo Biotoscana, aseguró que es “la primera compañía latinoamericana enfocada en medicamentos innovadores”, que desarrolla, fabrica y comercializa medicamentos de alta especialidad, para tratar efectivamente necesidades médicas no satisfechas.
Con base en Montevideo, Uruguay, Grupo Biotoscana cuenta con más de 700 colaboradores en el continente americano y su propósito principal “es mejorar la vida de personas con afecciones graves y debilitantes, salvar vidas y extender esas vidas”. La compañía, enfocada en innovación, tiene participación en las áreas de oncología, onco-hematología, sistema nervioso central, enfermedades infecciosas graves, genética y enfermedades raras, así como inmunología e inflamación.
”Somos pioneros en innovación abierta, que es el concepto más avanzado en investigación clínica, pues reconoce que las compañías no pueden embarcarse solas en la investigación. En un mundo interconectado, el ecosistema de la ciencia se volvió interdependiente”, por lo que una compañía moderna, basada en la investigación, puede y debe utilizar tanto ideas internas como externas.
Hoy en día “se comparte la innovación y el desarrollo”, razón por la cual establecen alianzas clínicas con algunas de las compañías biofarmacéuticas más innovadoras en el mundo, a fin de lograr que los medicamentos más avanzados estén disponibles para la comunidad médica latinoamericana. Grupo Biotoscana está presente en 10 áreas terapéuticas y comercializa alrededor 80 moléculas