Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

Un día después de que el FMI señalara que el México gobernado por Andrés Manuel López Obrador no crecerá al 4% del PIB como lo prometió el tabasqueño en campaña, Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México aceptó que persisten riesgos para el crecimiento económico del país.

“Se requiere generar certidumbre para atraer inversiones”, subrayó.En un encuentro con los integrantes de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, el gobernador indicó que sobre todo se requiere una estrategia de desarrollo a mediano y largo plazo, políticas macroeconómicas estables y capaces de soportar vaivenes.  

No pocas instituciones financieras, consultoras y analistas nacionales y extranjeros han señalado que la confianza de los capitales nacionales y extranjeros se ha ido de México debido a las decisiones asumidas por el presidente López Obrador en sus primeros meses al frente del país.

Díaz de León indicó que enfrentar los riesgos requiere mantener una estrategia macroeconómica sólida y prudente.

Y contar con una estructura monetaria, con inflación baja y estable, finanzas e instituciones financieras sólidas, capaces de resistir volatilidad y choques económicos.

Sin duda complementar lo anterior con elementos que propicien confianza y certidumbre, mayor productividad, uso de nuevas tecnologías, proveer certeza jurídica, promover flujos de inversión y competencia económica, enumeró.

Reconoció que pese dichos en contrario, el país vive una desaceleración en el crecimiento, desde el tercer y cuarto trimestre de 2018 en servicios, además de un relativo estancamiento en la parte industrial como resultado de la reducción de volumen de petróleo.

Las cifras más recientes, agregó, muestran que el consumo en general ha mantenido una expansión. Sin embargo, la información más reciente muestra cierta desaceleración, pero aún, dijo, es prematuro anticipar cuál es su tendencia.

A pesar de estas cifras prematuras, señaló, la economía cuenta con un soporte importante en las remesas, que alcanzaron más de 30 mil millones de dólares en 2018.

En cuanto al crecimiento económico, dijo, expertos y analistas consultados por el banco central, señalan que entre los riesgos para el crecimiento están la inseguridad pública, incertidumbre de política interna, corrupción e impunidad. Además, un bajo crecimiento, ligado con la inflación y política monetaria.

En cuanto a las condiciones económicas internas dijo que la ausencia de cambio estructural y la debilidad de mercado interno son elementos adversos que actúan sobre la economía.

Recordó que el pronóstico de crecimiento para 2019 se sitúa entre 1.1 y 2.1%, y para el próximo año entre 1.7 y 2.7%, con una inflación de 3% al primer semestre.

Las preguntas de los senadores giraron esencialmente sobre los riesgo que corren las inversiones por decisiones de política interna y por la cancelación de proyectos relevantes para el desarrollo del país y el uso del Fondo de Estabilización de Banxico.

El gobernador invitó a los legisladores a identificar los elementos de certidumbre y confianza que puedan dar mayor claridad a proyectos de inversión y productivos para que pueden ser más rentables.

La única manera de aumentar el crecimiento potencial de la economía es si somos más productivos, comentó.

Respecto del cuestionamiento sobre el Fondo de Estabilización, indicó que el Banco de México abre una cuenta en favor del Gobierno Federal donde se depositan los recursos.

“No es tanto que el banco los administre de manera fiduciaria, como es el caso de otros recursos o de otras instancias. Es un recurso del Gobierno que está depositado en el banco”.

Y MONREAL APAGO EL FUEGO

El pleno del senado subió ayer de tono, y el calor de los desencuentros y confrontaciones entre la mayoría de Morena, el presidente Martí Batres y la oposición, terminaron con todos con la cara pintada de guerra.

En medio estaba la aprobación de un dictamen mal hecho sobre la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.

Un dictamen que, reconoció Ricardo Monreal, coordinador de los morenos y presidente de la Junta de Coordinación Política, ni siquiera contemplaba la creación y operación de la Guardia Nacional.

Por ello el zacatecano tomó la tribuna y calmó los ánimos.

Tranquilo, ajeno al tiroteo verbal que se daba en el Pleno, Monreal habló y, en una intervención sorpresiva, dejó contentos a todos los que minutos antes estaban en plena ofensiva.

De entrada dio su respaldo y pidió el apoyo para el presidente del Senado Martí Batres, a quien la oposición minutos antes quería comérselo vivo.

Sin meterse en las aguas turbulentas del reclamo, coincidió con varios de la aguerrida oposición y aceptó que el dictamen en discusión ni siquiera tomaba en cuenta la creación de la Guardia Nacional.

Y con gran experiencia parlamentaria, propuso una salida: regresar la iniciativa a análisis de las fracciones pero en su mesa de la Junta de Coordinación Política sonde él negocia.

Una negociación eclética, dijo, donde la mayoría pueda estar satisfecha, pero sin anular la autoridad de la Mesa Directiva.

“No podemos tampoco generar una confrontación, no lo podría hacer, aunque pudiésemos asumir una actitud autoritaria y decirles a los compañeros: así se va a hacer”, indicó.

Y agregó:

“Les propongo que hasta en tanto no venga el secretario de Seguridad Pública, Aturo Montaño, hasta en tanto no modifique la Junta de Coordinación Política este dictamen, hasta en tanto podamos nosotros llevarlo al Pleno”, propuso.

Y, sobre el momento vivido en el pleno, comentó: “se trata de una “mini crisis” que, en cualquier Parlamento hay. 

“Somos una Cámara viva y no debe de asustarse nadie, ni afuera ni adentro, porque se parte de una Asamblea deliberativa viva”.

Subrayó que la naturaleza de un Parlamento es la de discutir, debatir, deliberar, confrontar puntos de vista dispares y hasta encontrados.

Que venga, modificamos todo lo que se quiera. No tenemos ningún inconveniente, porque finalmente es una estrategia que al Gobierno Federal le interesay que al Senado, como Cámara exclusiva debería estar muy interesado en revisarla, discutirla, deliberarla.

Y con todos en paz, siguieron con los asuntos de la agenda.

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