Las diferencias… nuestra fuerza
Opinión
LUCERO MARQUEZ
“No son nuestras diferencias lo que nos divide,
sino nuestra incapacidad para reconocer,
aceptar y celebrar esas diferencias”
Audre Lorde
Se encuentra en todas partes, es lo que hace a este mundo interesante de percibir, de vivir; nos motiva a ser mejores y a evolucionar…
Al que ves que es diferente. Al que piensa algo distinto
Todas las personas merecemos ser tratadas con respeto, igualdad y equidad, ser aceptadas tal y como somos, teniendo en cuenta que la diversidad, la variedad, la diferencia se encuentra en todas partes de mi México lindo y querido; Todos los seres somos diferentes y esto hace que seamos únicos e irrepetibles.
Tal vez ese que hoy atacas, puede ser tu gran amigo y en tu guerra no lo ves
La inclusión demanda aceptar la gran diversidad de habilidades, capacidades, pensamientos, sentires, costumbres que las personas poseemos y que al mismo tiempo se complementan, se entrelazan unas con otras para crecer como sociedad, como país. Respetar las diferencias, no solamente es importante en un mundo cada vez más globalizado, sino que nos prepara a todas y todos, sin importar edades, para ser solidarios, valorar y aprender de otros; evitar que tomemos decisiones basadas en prejuicios y estereotipos.
Intenta… Tratar a los demás como lo harías, contigo. No culpes a los otros por pensar distinto
La dignidad humana es el derecho fundamental que tenemos todos y todas de ser respetadas y valoradas, a nivel personal y social, con nuestras características y condiciones particulares, por el solo hecho de ser personas. El respeto es un quehacer permanente, diario, donde palabras y hechos son nuestra responsabilidad; es una forma de vida. Respetar es una actitud, un bumerang de ida y vuelta, si queremos ser respetados, debemos respetar a todo ser humano… y más allá… a toda forma de vida.
Al que ves que es diferente. Al que piensa algo distinto
Hoy… mírate en un espejo, observa tu rostro, ¿qué forma tienen tus ojos? ¿de qué color son?… y tu boca ¿tus labios son delgados o gruesos? ¿Tu cabello qué color tiene? ¿Te gusta lo que ves?, pero más aún ¿te gusta lo que piensas, lo que sientes, dices y haces? ¿Practicas el respeto hacia ti mismo? ¿Tratas a las demás personas como te gustaría que te trataran? ¿Te pones en el lugar de los demás seres humanos? ¿Reconoce el valor intrínseco de cada persona?
El respeto empieza por uno mismo, por una misma… y también tú eres diferente.