Mujer de 51 años embarazada espera a ¿su primer nieto?

Una nueva historia está reventando en redes sociales, la de Breanna Lockwood y su madre Julie Loving, pues durante varios años, Breanna, de 29 años, y su esposo Aaron Lockwood, de 28, han tratado de convertirse en padres, pero después de 476 inyecciones, ocho transferencias de embriones congelados, dos abortos espontáneos y un embarazo ectópico, finalizaron desconsolados.

Su trama parecía una tragedia hasta que surgió la heroína que se ofreció a gestar al bebé por ellos: Julie Loving, la madre de Breanna, quien tiene 51 años.

Breanna y Aaron se convirtieron en novios en la secundaria y se casaron en 2006.

Breanna siempre supo que quería ser madre desde una edad temprana. Tenían la esperanza de viajar durante su primer año de matrimonio antes de formar una familia. Esos planes quedaron en suspenso cuando el abuelo de Breanna se enfermó, ya que ella deseaba desesperadamente que él conociera a su bisnieto antes de su muerte.

Cuando los problemas comenzaron, acudieron a ver al doctor Brian Kaplan, en las Clínicas de Fertilidad de Illinois. Fue allí donde comenzaron la fertilización vitro. Después de cuatro años de esperanza, seguidos de dolor y angustia, dejaron de intentarlo. La única opción que quedaba era encontrar un sustituto, que puede costar más de cien mil dólares.

Breanna reveló al Chicago Tribune: “Física y mentalmente, sabía que superaría cualquier cosa, pero no hay mucho en lo que puedas ayudar económicamente, y creo que eso es lo que me asustó”, dijo.

Justo cuando pensaban que toda esperanza estaba perdida, la madre de Breanna, Julie Loving, quien durante años, Loving observó impotente cómo Breanna y Aaron intentaban incansablemente comenzar a construir una familia propia, se hizo presente.

Loving se ofreció a gestar al bebé por ellos.

“Entras en ese modo en el que harías cualquier cosa para ayudar a tus hijos”, dijo Loving a Tribune. “Cuando ves a tus hijos sufrir y sabes que puedes ayudarlos, no sé cómo explicarlo”. Y Julie Loving siguió ofreciendo. “Ella me envió un mensaje de texto y le dije: ‘Estás loco'”, recuerda Lockwood. Finalmente, cuando la pareja parecía haber agotado todas las opciones, concertaron una cita para que Julie viera al doctor Kaplan.