Estela Romero, hija de la fallecida empresaria Socorro Romero Sánchez
Entre lo que puede decirse y lo que debe permanecer bajo confidencialidad, por tratarse de un juicio intertestamentario, salió a la luz la cantidad real de la herencia de la Señorita Socorrito Romero Sánchez. A decir del abogado de la familia Romero Celis, quien representa a la Señora Estela Romero Bringas e hijos, herederos de la fortuna. se trata, a lo sumo, de 200 millones de pesos. Muy lejos de los 600 millones de dólares que se especularon. En entrevista para un medio local, el licenciado Pérez Velázquez amplió la información sobre el sonado caso del juicio intertestamentario que entablan las familias Romero Celis y Garci-Crespo.
La señora Estela, sobrina de la Señorita Socorrito, fue el familiar más cercano de la empresaria que eligió a Tehuacán como escenario para triunfar. La relación filial entre doña Estela y su tía se remonta a cuando Estela aún era una niña. Socorrito costeó su educación y sus vidas corrieron paralelas durante la fructífera vida de la empresaria. Estela Romero fue la hija que Socorrito nunca tuvo.
Fue una relación de cariño y cuidado mutuo. Cuando Estela decidió casarse y formar una familia, la fortuna les jugó a ambas una mala pasada. El primer hijo de doña Estela falleció cuando se encontraba con su abuela Socorrito aprendiendo en las granjas familiares el cuidado y la producción de las gallinas ponedoras. El pequeño perdió la vida al caer de un pozo, sin que Socorrito pudiera evitarlo.
El lamentable accidente y la irreparable pérdida familiar se mantuvo en la privacidad familiar por mucho tiempo. Pero a la luz de las dudas sobre el por qué Socorrito nombró heredera única a su sobrina, la secrecía terminó. Para quienes buscan respuestas inútiles ante la firme decisión sobre la heredera universal, sírvanse con saber uno de los pasajes más dolorosos de la familia que en vez de dividir, reforzó el lazo familiar entre las mujeres Romero.
Miguel y Alfonso, los otros hijos de doña Estela crecieron también bajo la protección de Socorrito. Crecieron y han hecho crecer Avícola Tehuacán. Por ese motivo, la tía abuela decidió cederles algunas acciones de la compañía, en recompensa por su trabajo y cariño, Estela Romero y sus hijos son los herederos, según lo estipula el testamento firmado y autenticado ante notario público en Tehuacán, Puebla. Y son además, los pilares de la empresa avícola.
Los herederos y su abogado, reclaman justicia y aclaran a la opinión pública, dudas y rumores de este sonadísimo caso. Exigir lo propio y, de ser necesario, pelear por ello, es un derecho humano universal. Aunque eso implica abrir las heridas que corresponden a la intimidad familiar.
Sin duda alguna, aquí estamos ante una madre que hereda a sus hijos y nietos. ¿Quién puede quitarle a un hijo su legítimo derecho de tomar posesión de su herencia? En este caso lo intentan parientes lejanos arribistas que escasa relación tuvieron con la Señorita Socorrito. Una mujer bondadosa, preocupada por el prójimo y con fuertes convicciones éticas y religiosas decidió heredar a su hija Estela Romero Bringas. ¿Por qué no incluyó a otros familiares más? La respuesta es evidente y aquí quedan respuestas para quienes sospechaban de la decisión de Socorrito.