¿La 4T contra Romero?

¿La 4T contra Romero?

Línea Fifí

Por Martín de J. Takagui

 

La administración del presidente Andrés López Obrador o la 4T como él le llama, tendrá que demostrar que, en realidad, no se están usando las instituciones de procuración y administración de justicia para arreglar diferendos políticos, sino que la ley se aplica con todo rigor y tiene una carta para jugarla a ganar, no es el rey ni la dama, se llama Carlos Romero Deschamps.

La bandera más alta, la más representativa de lo que significa este gobierno para los mexicanos, es sin duda la lucha contra la corrupción, porque desde su campaña López Obrador señalaba que él recuperaría los 500 mil millones de pesos que cada año se derramaban de las arcas públicas y que iba a parar a las cuentas bancarias de los corruptos.

Llevamos seis meses del primer año de gobierno y no sabemos en dónde están esos primeros 250 mil millones, pues lejos de haberse recuperado esas cantidades de dinero, los recortes presupuestales han puesto en peligro de muerte al sistema de salud, a Petróleos Mexicanos y a los bosques, ya que se le quitaron los fondos a la Comisión Nacional Forestal (Conafor), encargada de combatir los incendios forestales que estuvieron a punto de asfixiar a la Ciudad de México.

Pues hablando de la corrupción del sindicato de petroleros que encabeza Romero Deschamps, el líder disidente de los petroleros, Arturo Flores Contreras, confió en que ese gran anuncio presidencial de abatir la corrupción se vuelva realidad, pues de acuerdo a las cuentas que hace el líder disidente, el secretario general del STPRM no ha rendido cuentas de propiedades, empresas y dinero en efectivo por cientos de millones de dólares.

Las denuncias penales y laborales están presentadas y ratificadas desde hace años, pero en la administración del presidente Peña Nieto no avanzaron; sin embargo, asegura que en esta administración y de acuerdo con personal de la nueva fiscalía, ya se trabaja en la indagatoria correspondiente.

La esperanza es que se logre encarcelar al viejo líder petrolero, que a sus 76 años de edad se niega a dejar el hueso, hay quienes ya no tienen dientes y siguen buscando la forma de sacar provecho personal.

SECUESTRA A LOS

MEDIOS PÚBLICOS

La llegada de Jenaro Villamil al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano ha implicado un ejercicio de control absoluto, en donde los titulares de los medios públicos están sometidos a las condiciones, ideas y líneas editoriales de promoción de la 4-T sin posibilidad de duda alguna.

Por ello su interés de ubicar a toda costa a Ana Cecilia Terrazas al frente del Canal del Congreso, que ya cumple un año acéfalo, y la Comisión Bicameral encargada de todos los asuntos de dicho medio público no ha podido avanzar porque Villamil mantiene una cuña ahí adentro.

Nos cuentan que la decisión tomada a mediados del mes de mayo por diputados y senadores de dicha comisión, ya tenía un prospecto ganador, pero cuando el periodista en cuestión se enteró, decidió frenar el anuncio.

El cabildeo no ha sido fácil, pues hasta las manos de los senadores y diputados llegaron pruebas fehacientes del ejercicio presupuestal fuera de la ley que realizó por varios millones de pesos, cuando Ana Cecilia fue directora del Instituto Mexicano de la Radio.

Los legisladores siguen pensando si se la juegan o no con ella, si podrían pasar por alto esas pruebas que, durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa no tuvieron efecto alguno, pero ahora se trata de una administración, cuyo presidente asegura que “eso ya se acabó, la corrupción ya no existe en México.

López Obrador dice también que en su gobierno se acabó el amiguismo y el compadrazgo. En ese caso si no hay corrupción ni amiguismo, con el nombramiento de Terrazas abría una doble contradicción a los postulados del presidente.

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